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Mostrando las entradas de julio, 2018

Domingo 17, Tiempo Ordinario Ciclo B

Fresco de una catacumba La primera lectura para este domingo está tomada del Libro 2° de los Reyes, capítulo 4, versículos 42-44. Llega uno y le trae veinte panes frescos al profeta Eliseo. El profeta entonces le dice que se lo reparta a la gente para que coman. Probablemente un pan era el equivalente de una libra de nuestro pan hoy día. Entonces, los 20 panes podrían ser suficientes para unas 30-40 personas.  El criado protesta. «¿Qué hago yo con esto para cien personas?» Eliseo pretendía ser desprendido con aquel regalo. El criado le recordó que no había suficiente pan para tanta gente. Pero Eliseo insiste, «Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará.» Entonces sucede así. El pan se reparte y hasta sobra, como lo anunció el Señor por boca de Eliseo. Así, la primera lectura anuncia el tema del evangelio de hoy, la multiplicación de los panes que se reparten entre la multitud. El salmo responsorial canta los versículos del Salmo 144,10-11.

Domingo 16 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

La primera lectura para este domingo está tomada del Libro de Jeremías 23,1-6. Al comienzo de este pasaje el profeta Jeremías se lamenta de los pastores que han permitido que las ovejas se dispersen. Es una imagen de Dios quejándose por la mala administración de los reyes y los sacerdotes que permitieron que el pueblo se desviara de sus tradiciones. La culpa de la infidelidad del pueblo la tienen los pastores.  Por tanto, la culpa del desastre nacional (la desaparición de Israel y de Judá) y de la dispersión del pueblo no es del pueblo. Es de los pastores que no fueron administradores. Por eso, dice ahora Dios, “Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países adonde las había expulsado, y las haré volver a sus praderas, donde serán fecundas y se multiplicarán”. Dios mismo volverá a ser el pastor de Israel. Traerá a todos los de la Dispersión a la Tierra Prometida otra vez. Dios mismo hará que aparezcan nuevos pastores que los llevarán por los caminos correctos

Domingo 15 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

La primera lectura para este domingo está tomada del Libro de Amós 7,12-15. Amós fue profeta en Israel, el Reino del Norte. En tiempos del rey Jeroboam anunció la conquista del territorio por los Sirios y la anulación de Israel. Esto lo hizo en el santuario nacional de Betel, un santuario de los israelitas. El sacerdote del templo, que se llamaba Amasías, trató de echarlo de allí a la misma vez que mandó a decirle a Jeroboam lo que estaba sucediendo. Al comienzo del pasaje de la primera lectura de hoy Amasías le dice a Amós que se vaya; si acaso que se refugie en el reino del sur, Judá, donde podrá ganarse la vida y profetizar. Le dice que en Betel sólo puede profetizar por autorización del rey. Quizás implica que el único autorizado allí es él, Amasías. Nótese que en esa época hay otros templos, además del de Jerusalén. Amós le responde, “ Yo no soy profeta, ni hijo de profetas, sino pastor y cultivador de sicómoros; pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: ‘Ve

DOMINGO 14, CICLO B - TIEMPO ORDINARIO

La primera lectura para este domingo está tomada de Ezequiel 2,2-5. Es un pasaje del libro de un profeta en el exilio de Babilonia. Tiene unas visiones de las que nos cuenta, en el marco de la mentalidad de los babilonios. Es como hoy día, que estos párrafos están escritos dentro del marco de la mentalidad de nuestro tiempo. Ezequiel no habla de manera directa y al grano. Nos habla de unas visiones que son símbolos representativos de lo que quería decir. Es como hablar en parábolas, como Jesús. Aparentemente está haciendo un llamado a los israelitas para que conserven su identidad como pueblo. Los israelitas y sus hijos y sus nietos sintieron que Yahvé había sido vencido por los dioses babilonios y por eso no habría razón para seguir dándole importancia. El equivalente hoy día sería pensar que el diablo vence a los cristianos. Otros israelitas dijeron que Yahvé seguía siendo el supremo, el Dios fuera del cual no hay otro. ¿Y la desgracia de ser deportados y su nación anulada