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Mostrando las entradas con la etiqueta año litúrgico

Domingo 2° de Pascua, Ciclo B

El misterio pascual es el eje principal de nuestra vida cristiana. El misterio pascual es Jesús que nos lleva a la unión con Dios mediante su pasión, muerte y resurrección. La realidad pascual incluye tanto la pasión y muerte de Jesús cuanto su resurrección. Por eso en la misa al celebrar este misterio decimos, «Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús».  Todo el calendario litúrgico es un celebrar de este misterio de nuestra fe. Así, celebramos el misterio pascual de nuestra salvación con la temporada litúrgica de las semanas de cuaresma (nuestro morir al pecado y al egoísmo y a la vida alejada de Dios), que da paso y se refleja en el aspecto positivo de la resurrección en la temporada litúrgica de las semanas de Pascua. Igual, la Semana Santa se refleja en la semana pascual siguiente. Es lo mismo que decimos del bautismo, que conlleva las semanas del catecismo o catecumenado, el morir al quedar sumergidos en el agua y luego el renacer al salir (emerger) de l

El misterio pascual

He puesto unos apuntes en formato de una presentación en YouTube. Invito a verlos pulsando aquí . También propongo otra presentación de años anteriores, igual. Para verla, pulsar aquí .

Domingo de Ramos, Ciclo B (año 2024)

  Este domingo celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. De esta manera evocamos el triunfo final de Jesús cuando todos entraremos con él a la Nueva Jerusalén, la celeste.  Podemos tener eso en mente al hacer la procesión con ramos antes de entrar al templo para la celebración del día.  Una vez entrados al templo, se lee la primera lectura, de Isaías 50,4-7: «El Señor Dios me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escondí el rostro ante ultrajes y salivazos. El Señor Dios me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.» De esa manera el profeta Isaías quizás se refirió a sí mismo o también al pueblo de Israel, maltratado y humillado por los asirios y babilonios. Dice que descubrió (Dios le abrió el oído) que Dios no lo abandonaría, lo que también se aplicaría al pueblo. Esto también lo entendemos como profetiza

Domingo 4° del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  En el evangelio de hoy Jesús comienza a revelarse como el Enviado de Dios al expulsar un demonio en plena sinagoga.  Anteriormente la revelación de Jesús como Mesías se dio con la Adoración de los Magos, con el bautismo en el Jordán, con el milagro de la transformación del agua en vino en las bodas de Caná. En los últimos dos domingos los primeros discípulos simplemente lo reconocieron con mirarlo y así le siguieron. Este domingo el mismo demonio por boca del poseído lo reconoce. «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios», le dice. De seguro se corrió la voz y muchos hablaban de lo que pasó en la sinagoga. Nosotros también sabemos de lo sucedido por boca de los que lo cuentan (los evangelios). Más tarde a ese mismo Jesús Nazareno lo crucificaron y también nos enteramos como muchos en aquel entonces, por lo que nos cuentan. Pero por la gracia de la fe sabemos lo que sucedió, que ciertamente Jesús es el Enviado, algo q

Domingo 2° del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  El evangelio de hoy está tomado de Juan 1,35 ss . Dos discípulos de Juan Bautista ven a Jesús que pasa y oyen que el Bautista dice, «Éste es el Cordero de Dios». Al momento van y siguen a Jesús. De esta manera el año litúrgico comienza dándole atención a la vida pública de Jesús y a los discípulos, que dejaron todo para seguirle.  Invito a los lectores a ver mis apuntes con motivo de las lecturas de este domingo que preparé en el año 2021 (oprimir para verlos).  Ahora propongo una reflexión sobre el título que el Bautista le dio a Jesús, «Cordero de Dios que quita el pecado del mundo».  En la tradición cristiana que se formuló en los primeros siglos Jesús es el cordero pascual sacrificado por los pecados del mundo, algo que recordamos y hacemos presente en la liturgia eucarística.  En efecto, los evangelios narran cómo Jesús fue crucificado en la tarde de la preparación de la pascua al momento que también se sacrificaban los corderos en el templo para la cena pascual de aquel año. E

Domingo 34 del Tiempo Ordinario, Ciclo A -- Solemnidad de Cristo Rey

  El evangelio de hoy nos presenta el Juicio Final cuando Jesús vuelva en majestad La primera lectura de hoy está tomada del profeta Ezequiel 34,11-12.15-17. Nos presenta la imagen de Yahvé como el pastor que cuida del rebaño, el pueblo de Israel.  «Yo mismo buscaré mi rebaño y lo cuidaré. Como cuida un pastor de su grey dispersa, así cuidaré yo de mi rebaño,» dice. Es la misma imagen de Jesús como Buen Pastor. «Yo mismo apacentaré mis ovejas…Buscaré a la oveja perdida, recogeré a la descarriada…vendaré a las heridas…» Y termina: «Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío».  De esa manera la primera lectura anuncia el tema de este domingo: Jesús vino a buscar las ovejas perdidas para traerlas a su rebaño. Pero para que la oveja pueda entrar al Reino (el Reino es el rebaño) se necesita que también tenga las cualidades necesarias, que cumpla con el requisito de ciertas cualidades. Al Reino no pueden entrar los avaros, ni los egoístas (Mateo 6,23ss), es decir, los

Domingo 33 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

  En el evangelio de hoy Jesús presenta la parábola de los talentos. La primera lectura , de Proverbios 31,10-13.19-20.30-31, presenta la figura de la mujer fuerte que es el ancla de su hogar y orgullo de su marido.  El salmo responsorial (salmo 127,1-2.3.4-5) responde a la primera lectura subrayando lo que distingue a un buen hijo de Dios, el respeto. «Dichoso el que teme al Señor,» cantamos.  Por «temor» queremos decir «respeto» a Dios. El verdadero respeto no deriva del miedo, sino del reconocimiento de Dios como Padre y  Señor nuestro. Obedecemos a Dios y vivimos según sus mandatos porque es lo adecuado. En el temor (respeto) de Dios el hombre y la mujer actúan reconociendo el modo justo, correcto, de actuar, que es lo que Dios nos pide. En la Biblia el «justo» es el que «teme» a Dios.  Entonces cantamos a la imagen de la familia: «Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa». Es la imagen de los que viven conscientes

La Transfiguración del Señor (año 2023)

  Hoy celebramos la fiesta de la Transfiguración Esta fiesta la celebramos dos veces al año. La primera es en el tiempo litúrgico de cuaresma, en el domingo 2° de cuaresma. La segunda es el 6 de agosto (como hoy).  Se dice que una antigua tradición (desde tiempos del siglo 5°) proponía que la Transfiguración se dio 40 días antes de la pasión y muerte de Jesús. En el siglo 9° un papa estableció la fiesta en Occidente para celebrarse en agosto, 40 días antes del 14 de septiembre que hasta Vaticano II fue la fiesta del descubrimiento de la santa cruz por la emperatriz Helena. Hay otras versiones sobre el origen histórico de esta fiesta. También se dice que la fiesta fue instituida en Occidente para conmemorar un triunfo de los cristianos sobre los turcos en 1457 y se fijó para el 6 de agosto porque esa fue la fecha en que la noticia llegó a Roma. La tradición de celebrar esta fiesta también se asoció a la conmemoración de la construcción de la basílica de la Transfiguración sobre el mont

Domingo 17 del Tiempo Ordinario Ciclo A

  El evangelio de hoy presenta imágenes del Reino de los cielos como en la parábola del que encontró un tesoro en el campo. En la primera lectura  (1 Reyes 3,5.7-12) Dios le concede sabiduría a Salomón. Es la misma sabiduría que necesitamos nosotros para reconocer a Dios con nosotros. Con el salmo responsorial  (salmo 119) cantamos versos expresando nuestra adhesión a la revelación de Dios en su Ley: "Más estimo yo la ley de tu boca que miles de monedas de oro y plata". Este es el tesoro escondido que veremos en el evangelio de hoy. Recordemos a Jesús cuando dijo, "No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento" (Mateo 5,17). En la segunda lectura continuamos la lectura de los pasados domingos, de la carta de San Pablo a los romanos (8,28-30). Dios nos ha llamado conforme a su plan (su designio), nos dice san Pablo, para que fuéramos glorificados junto a él. Este es el tesoro que descubrimos guiados por la ac

Domingo 14 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

  En el evangelio de hoy Jesús continúa el discurso de envío misionero La primera lectura es del profeta Zacarías 9,9-10. «¡Salta de gozo, Sion; alégrate, Jerusalén! Mira que viene tu rey, justo y triunfador, humilde y montado en un borrico, en un pollino de asna.», nos dice. Y luego termina el pasaje, «Su dominio irá de mar a mar, desde el Río hasta los extremos del país». El profeta anuncia la llegada del rey de Israel, «justo y triunfador», es decir, «hombre de bien, bendecido de Dios, que ahora llega a traer el reino de la paz, del orden, de la justicia», como sugieren las notas al calce de la Biblia de Jerusalén. El reino de Israel se extenderá «de mar a mar», es decir, del Mar Muerto al mar Mediterráneo y del río Éufrates hasta el sur de Jerusalén (¿el Sinaí?). Siendo el bendecido de Dios, también gozará de la protección de Dios en sus gestiones. El profeta indica, «humilde, y montado en un borrico». Apunta a que el rey que llega no será jactancioso, ni pedante, ni altanero, sin

Domingo 12 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

  En el evangelio de hoy Jesús exhorta a sus discípulos a no sentir miedo porque el Padre los tiene en gran estima La primera lectura de hoy está tomada del profeta Jeremías 20,10-13. El profeta tiene miedo y menciona que sus mismos amigos traman contra él. Pero "el Señor es mi fuerte defensor: me persiguen, pero tropiezan impotentes." Dios cuida de los suyos y lo protege. Le lectura termina con un canto de alabanza: "Cantad al Señor, alabad al Señor, que libera la vida del pobre de las manos de gente perversa".  El salmo responsorial . Respondemos con los versos del salmo 68. Igual que el profeta invocamos a Dios en medio de la angustia por los que urden el mal contra nosotros. Pero Dios se acuerda de nosotros y de la misma manera cantamos al final, "el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas". La segunda lectura está tomada de la carta de san Pablo, Romanos 5,12-15. Por e