(Ilustración: El actuar del cristiano - Ciudad Redonda ) De un tiempo a esta parte (digamos en las últimas décadas) los obsesionados con el tema del aborto han hecho del 27 de diciembre su especie de fiesta anual. La utilizan para hablar de los cientos de bebés víctimas del aborto. Propongo que una cosa es la seriedad e importancia de ese tema y otra la obsesión con la denuncia del aborto. Para mí hay un tema aun más importante que el asesinato físico de seres humanos. Un asesinato siempre es un crimen. Pero hay crímenes de más peso y hay crímenes de menor peso. Unos crímenes son más criminales que otros. Pasa lo que con el homicidio. No todos los homicidios son asesinatos culpables, como en el caso del que mata en defensa propia, o el soldado que va a la guerra. Sucede que a veces los más feroces en denunciar el aborto son los más grandes partidarios de la pena de muerte. Al menos reconocen que no todos los homicidios son iguales. Para mí es más importante lo que Jesús mencionó
Carlos Ramos Mattei