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Jonathan Daniels

©  church-awakens En el santoral católico contemporáneo aparecen de vez en cuando grupos de mártires de la Guerra Civil española. Pero dentro del catolicismo hay otros mártires olvidados, de otras afiliaciones aparte de la romana. Jon Daniels fue episcopal y merece recordar su testimonio. Su muerte se dio en el contexto de la prolongación de otra Guerra Civil, la de los Estados Unidos. Sin entrar en los detalles, baste notar que estudió en el Instituto Militar de Virginia, el equivalente de West Point, a finales de la década de 1950. De seguro esto le ayudó a ser riguroso y metódico. También inició estudios en Harvard y tuvo una experiencia de conversión que le llevó a sentirse llamado a las órdenes sagradas en la iglesia episcopal. Jon puso por escrito muchos de sus ideas y experiencias de oración. Así conocemos de su vida espiritual. Sabemos que, escuchando a Martin Luther King Jr., sintió el llamado a colaborar en la lucha por los derechos civiles de los negros. Por en

El Titanic

Vivir es como estar en un barco que se hunde, ya que a fin de cuentas todos vamos al abismo, a la muerte. En el Titanic hubo un grupo de músicos que continuaron tocando hasta el final. Es como decir: mientras estemos vivos, la música vale la pena. Es algo admirable. ¿Cómo vamos a tildarlos de frívolos? Músicos del Titanic El que los denuncie (¿No se dan cuenta que el barco se hunde, que nos vamos a morir?) como predicador de ojos desorbitados es en realidad un amargado y un envidioso. Porque es cierto que nos vamos a morir, pero entre tanto estamos vivos con esta belleza de música.  El profeta que anuncia, “El final está cerca”, nos dice que hay que pedir perdón por nuestros pecados y azotarnos y vestirnos de saco, cosas así. El que así piense, es su derecho. Pero no todos pensamos así y no hay que imponernos su austeridad puritana de religioso desquiciado.  Retirarse de los escenarios del barco es como seguir al profeta que anuncia el final, sólo que con un proceder d

SANTA MARIA LA MAYOR

Pintura de Giovanni Paolo Pannini (La intercesión de María ante el Padre) El 5 de agosto ha sido la celebración tradicional de esta basílica. Hoy es una memoria optativa. Recuerda la decisión del obispo de Roma, primado en el Imperio de Occidente, cuando ordenó hacer construir un santuario basílica sobre el monte Esquilino para conmemorar el decreto del Concilio de Éfeso: María es Madre de Dios. La tradición le dio el nombre de Santa María la Mayor.  En la oración oficial para este día se reza: “ Perdona, Señor, los pecados de tus hijos y, ya que nuestras obras no pueden complacerte, concédenos la salvación por medio de la Madre de tu Hijo. Que vive reina contigo .” No es que esta oración esté mal. Es que se presta para una mala interpretación teológica. Es lo que ha llevado a más de uno a dirigirse a los altares laterales para rezarle a la Virgen, olvidándose de su Hijo.  Haría esta corrección: “Perdona, Señor, los pecados de tus hijos y, ya que nuestras obras no pueden

LA CARIDAD

Preparando a una mujer para ser apedreada hoy día, por adúltera.  La foto es real, no se trata de una escena de alguna película. Tradicionalmente se habla de la caridad. “Hay que tener caridad,” decían, cuando alguien se molestaba y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa, hasta la venganza. Era como decir, “Hay que soportar el mal”. Cierto, está en los evangelios – la indicación de amar a los enemigos. (Lucas 6,35) Lo que me preocupa: a lo que voy en esta reflexión.  Amando a tu enemigo, deseas que sea un hermano. No amas en ese hombre lo que es, sino eso que tu quieres que sea. Así pues, cuando amas a tu enemigo, amas a un hermano. -San Agustín, Comentario sobre la 1ª carta de San Juan, § 8,10.  El peligro que se corre con esto es lo que Schopenhauer señaló como “espíritu de venganza” que pueden tener algunos de los pobres y minusválidos, los pequeños de alma, los mezquinos.  El cristianismo ha atraído muchos como esos.  Más de un pastor cae en el vicio,

El mundo

En ocasión de la solemnidad de la Ascensión Esto es lo que digo y aseguro en el Señor: que no andéis ya, como es el caso de los gentiles, que andan en la vaciedad de sus criterios, con el pensamiento a oscuras y ajenos a la vida de Dios; esto se debe a la inconsciencia que domina entre ellos por la obstinación de su corazón: perdida toda sensibilidad, se han entregado al vicio, dándose insaciablemente a toda clase de inmoralidad. San Pablo, Efesios 4,22 Hay algunos católicos que no son tan cristianos en su disposición fundamental hacia la vida. Están también los que se llaman cristianos (evangélicos, por ejemplo) que tampoco tienen un temple de vida cristiano. Hay un tipo de catolicismo como el de los duques de Guisa y los militares de Franco. La casa de Guisa se distinguió en la Francia del siglo 16 por su catolicismo. Ser un Guisa y ser católico iba de suyo, algo así como ser español, que se daba por sentado su condición de bautizado en la santa iglesia.  Es qu

Cuaresma

El Buen Pastor, representación de las catacumbas. Como todo lo que presento en mis “Reflexiones”, aquí unas ideas que cuadran con la teología tradicional, aunque su propósito no es teológico, ni deben enmarcarse en el marco de la teología. Son parte de un camino que termina, pero no acaba. Mira nuestra fe en la medida que podemos evocar la fe de los primeros cristianos, aunque sea imposible mirar fuera del campo de visión establecido por nuestra época. Cierto, que no podemos entender el contexto, el trasfondo mental de los primeros discípulos. El evangelio, la Noticia, lo que motiva nuestra alegría: es que con la sola persona de Jesús ya Dios dice que no hay pecado, no hay culpa, él no guarda rencor, no está resentido con nosotros. Sólo espera un cambio de vida en nosotros, lo que es de esperarse de alguien que se entera de esto. La bondad, la misericordia, el perdón de Dios es anterior al suplicio de la cruz.  Si no hay ley, no hay culpa, dice san Pablo. Si no hay culp

La penitencia

Penitencia Para mirar esto como los primeros cristianos habría que poner entre paréntesis las especulaciones teológicas que forman parte de nuestra herencia occidental. Penitencia en griego equivale a “conversión”. De modo que el llamado a la penitencia es un llamado a la conversión. El llamado a la penitencia no es un llamado al ayuno y la abstinencia. Uno puede hacer mucho ayuno y abstinencia y sin embargo, no cambiar de manera de pensar y de sentir. Uno puede ir a misa y comunión diaria y sin embargo, seguir con prácticas y costumbres que no son cristianas. El mejor ejemplo de penitencia es el de Yahvé, que cambia de parecer, se convierte, en varias ocasiones. Baste recordar a las ciudades de Sodoma y Nínive. En la primera Abrahán regateó con Dios como un árabe en el mercado y Dios, que había decretado la muerte de todos los habitantes, admitió que esto no tenía que suceder. En la segunda Dios, efectivamente, revocó su decreto al ver que los ciudadanos reconocieron el d