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Volver a convertirse

El Señor viene, hay que prepararse, como cuando viene a visitarnos alguien que es importante para nosotros. Imagínese usted si llega cuando menos lo esperábamos y nos sorprende desprevenidos.  _______________________________________________ Comienza el tiempo del Adviento y uno bien puede pensar: lo mismo de todos los años. ¿La misma conversión?  Es que una cosa es la “conversión” y otra, la “conversión”. Es decir, una es la primera experiencia del caer en cuenta de nuestra fe, de nuestra experiencia del encuentro con el Señor. Es la fe que Dios nos da sin que hayamos hecho algo para merecerlo y en ese momento nos damos cuenta de que hay que cambiar de vida, o de ordenar la vida según esa experiencia, y entonces respondemos a la exhortación del Bautista, a la… conversión. Todos los años recordamos esa experiencia, en Adviento-Navidad y en Cuaresma-Pascua. Este recordar y revivir responde al segundo sentido de “conversión”.  Del dicho al hecho hay un buen t

Cristo Rey

Unos años atrás me contaron de los que atacaron a palos a un grupo de manifestantes en Madrid, allá por la época del franquismo.  Un policía estaba allí y alguien se le acercó. – Haga algo, por Dios. – No puedo, porque al grito de ¡Viva Cristo Rey!… no puedo arrestarlos. Hoy nos damos cuenta del error. Ese no es el Cristo Rey de los evangelios, del anuncio de la Buena Nueva. Cristo no está en guerra contra el mundo, ni contra la sociedad contemporánea.  Cristo vino para invitarnos a la conversión y para revelarnos al Padre, para que sepamos que todos somos hijos de un mismo Dios que está en los cielos. ______________________________________________________________________________ Dietrich Bonhoeffer fue un pastor evangélico en Alemania, en tiempos de Hitler. Se opuso tenazmente a los nazis, lo que eventualmente le valió ser ajusticiado; fue ahorcado.  La oposición evangélica que presentó Bonhoeffer contrasta con la oposición diplomática que presentó el Vaticano

Domingo 30 Ciclo A

En el evangelio de este domingo Jesús apunta a lo principal: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y al prójimo como a ti mismo”. Amar al prójimo es ponerse en sus zapatos. Así se puede visualizar lo que no quiere que le hagan.  Esto implica reconocer que, igual que el prójimo, somos pecadores, pero no queremos ser condenados por nuestros pecados.  Eso, aunque nos podamos sentir avergonzados de nuestros pecados, aunque nos condenemos a nosotros mismos. Es como defender los defectos de la patria frente a los extranjeros, aunque entre nosotros acá sepamos que esos defectos los tenemos. Amar al prójimo entonces es visualizarnos en su pecado y el nuestro. Y también es visualizarnos en lo que podríamos hacer de haber estado en la situación del prójimo. Eso nos ayuda a entenderlo mejor. Jesús no vino a condenar. Vino a mostrar la misericordia de Dios.  Jesús vino a invitar a la conversión de vida. Vino para que olvidemos el pasado y p

El pastoreo

Ante el malvado, si el pastor calla por diplomacia se expone a permitir que las ovejas marchen hacia la perdición. No hay que juzgar al cristianismo a base de observar la conducta de sus pastores. Es como pensar que el cristianismo es una institución burocrática que ha tenido que transar tantas veces en la historia, por diplomacia. Es como pensar que la Iglesia, el cristianismo, son sus pastores. Los pastores son necesarios. El cristianismo vive en los miembros de la comunidad, como individuos y como comunidad. El verdadero pastor es Cristo. Los pastores le facilitan a los cristianos su vida de fe en Cristo y con Cristo. Los pastores tienen que alternar y compartir con los malvados, los que llevan una vida de pecado. Lo tienen que hacer siguiendo el ejemplo de Jesús. No hay duda sobre el papel de Jesús entre los pecadores cuando comía y bebía y compartía con ellos. Otra cosa es la diplomacia. Los hay que se van a los extremos. Está el que siembra discordia en la comuni

Interpretaciones de la Biblia

“No tendrás otros dioses frente a mí.” (Exodo 20) ¿Es que existen otros dioses que debemos ignorar? ¿Es que Dios está celoso de esos otros dioses? Habrá quien diga que no, que ese pasaje bíblico se refiere a rechazar los ídolos. Si hubiera dicho “ídolos” estaría claro. Pero aun si hubiera dicho “dioses falsos”, todavía habría duda. Porque dejaría margen a pensar que esos dioses existen y son “falsos” (embusteros, engañadores, o…que no son dioses de verdad). O bien se refiere a los profetas o representantes de esos dioses. No importa la interpretación que le demos, sigue siendo eso, interpretación. No es que uno decida no tomar la Biblia al pie de la letra. Es que simplemente no se puede. Igual que uno no puede volar. Para eso hay que "interpretar", es decir, averiguar las leyes para hacer un avión.

Los pastores y la oveja descarriada

Usando una imagen bíblica se puede decir que la oveja descarriada es como una mujer infiel, una mujer adúltera.  Si mi mujer me es infiel, puedo repudiarla. Es como decir, “Haces lo prohibido, ¿Y pretendes decir que eres mi esposa? Aléjate de mí. Tu conducta es intolerable ”. Es lo que sucede cuando la Iglesia condena y se desentiende de los divorciados, o de los corruptos del gobierno (los “publicanos”); o cuando condena a los herejes (los samaritanos y las “ovejas perdidas del pueblo de Israel”). Lo mismo podemos decir de la Iglesia cuando condena a los que favorecen el aborto. La palabra clave ahí es “desentenderse”. Es como decir, los rechaza y los aleja de la Iglesia (la grey, el rebaño). _________________________ Volviendo a la imagen bíblica, si alejo de mí a la esposa adúltera y me desentiendo y no quiero saber de ella, soy como los fariseos.  Eso quiere decir que no la amo, no la quiero. Jesús dice: el verdadero amor es fiel, como Dios es fiel a nosotros a pe

La Virgen María como modelo de predestinación

Virgen de la O (de las antífonas "O"); Virgen de la Esperanza; Virgen del Adviento: Nuestra Señora encinta. En el llamado de Dios, la primera entre los llamados fue la Virgen. Podemos pensar en María la Madre del Salvador como el paradigma de la predestinación. Según ella fue predestinada, así todos nosotros somos llamados a la salvación. María no pidió ser la Madre del Salvador. Tampoco nosotros pedimos ser salvados, como por ejemplo, en el caso de los nativos de Oceanía, que ni tan siquiera han escuchado del cristianismo. En su estado natural, la humanidad es como el que no sabe que existe el remedio para una enfermedad que no sabe que tiene. María aceptó su destino predestinado y por eso es la primera de entre los salvados. Al aceptar ese destino, se sometió al plan de Dios, aunque no pudiese visualizarlo o entenderlo del todo. Tampoco nosotros entendemos del todo el camino en que nos encontramos, y se nos hace difícil entender lo que Dios tiene en mente pa