La primera lectura para este domingo está tomada del profeta Isaías 43:16-21. Es la misma lectura que Juan Bautista recordará en su predicación, que oímos en Adviento: “Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo…”, dice el Señor. El pasaje de esta primera lectura también evoca lo que oiremos el próximo Domingo de Ramos, hasta las piedras cantarán las alabanzas de Dios, “me glorificarán las bestias del campo”; porque Dios realiza algo nuevo. En el pasado Dios llevó a su pueblo por el desierto y lo rescató del faraón y luego de todos los peligros del camino, hasta que llegaron a la tierra prometida. Ahora, sin embargo, el pueblo ha sido arrastrado al Destierro y no se sabe dónde está Dios. El pueblo se descubre esclavizado, atrapado por el pecado. Pues bien, anuncia Isaías, Dios ahora realiza algo nuevo. No hay que seguir pensando en el pasado, hay que mirar hacia el futuro. Será tan maravilloso lo que hace el Señor (abrirá caminos en el desierto, “ya está brota
Carlos Ramos Mattei