El evangelio de hoy continúa la lectura del evangelio de san Juan que venimos leyendo en los últimos domingos. De nuevo Jesús se pronuncia, en continuidad con el evangelio de los últimos dos domingos: «Yo soy el pan bajado del cielo». De nuevo, valga recordar que esto se puede tomar en el sentido del pan eucarístico como alimento para los cristianos, tanto como la Palabra de Dios que es Jesús y que es la Escritura como alimento igual para los cristianos. La fe no es asunto de definiciones teológicas y por eso no es de lamentar que la mayoría de los católicos no puedan recitar la definición de la transubstanciación, cuando quizás ni conocen esa palabra. Está el caso del que se declaró a la chica con un análisis científico del amor. —Eres la que me provoca un aumento del 65% de mis esteroides andróginos en la sangre. —¿Qué? —reacciona la chica, perpleja. Qué tal una declaración haciendo caso omiso de la lógica o las definiciones. —Te digo que estoy enchulado contigo. —Qué chulería,
Carlos Ramos Mattei