No hay que esperar a ver a Jesús en la cruz. Ya se nos revela como nuestro Salvador en su nacimiento, en la encarnación. Este misterio de la encarnación redentora de Dios es celebrado de manera triple, desde tiempos antiguos: en la Adoración de los Magos, el Bautismo en el Jordán, y la transformación del agua en vino en las bodas de Caná. • Por el Bautismo en el Jordán , Jesús se le revela a los judíos; • por el milagro de las Bodas de Caná , Jesús se le revela a los discípulos; • con la Adoración de los Magos , el Mesías se revela a todos nosotros. Dios, que de muchas maneras se nos había revelado, finalmente se nos reveló en la persona de Jesús. Hubo que esperar a la resurrección en su cuerpo glorioso para confirmar nuestra fe. Pero ya desde esos primeros acontecimientos – el Bautismo, Caná y los Magos – se estuvo haciendo presente. Luego, en todos los milagros dejó saber quién era. Cuando Juan desde la cárcel manda a preguntar si era el Mesías Jesús le mandó de
Carlos Ramos Mattei