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Mostrando las entradas de noviembre, 2016

TERMINO Y PRINCIPIO

San Francisco, Calif., Catedral episcopal  Los círculos no tienen término, ni principio. Así es el tiempo litúrgico. Un ciclo termina y otro comienza.  Así también estos apuntes sobre las lecturas de los domingos. Llegó el momento del término, del límite.  La vida termina, pero continúa. Es como el pensar, que termina continuamente y luego sigue, continúa.  Estos apuntes sobre los domingos del año litúrgico terminan. Siempre habrán otros apuntes, de otra manera. ……………..

Fiesta de Cristo Rey, Ciclo C

Esta es una fiesta de reciente institución dentro de la Iglesia católica romana. En época de la creación del estado italiano se encontró relevante, más aun al asumir el lema de “instaurar todo en Cristo” como ideal.  En 1870 los italianos lograron derrotar los ejércitos papales y entrar triunfantes en Roma. Lo que antes eran palacios papales se convirtieron en edificios de gobierno hasta el día de hoy. En 1929, cuando el papa aceptó la situación y se formalizó el reconocimiento del nuevo estado italiano (de ahí la Avenida de la Conciliación que se construyó por entonces) se estipuló pagarle al Vaticano una considerable suma de dinero en compensación por sus pérdidas materiales. Ese dinero sirvió de base al Banco del Vaticano que lleva el nombre de Ministerio para las obras de religión.  El papa se retiró a los terrenos del Vaticano y se le respetó en ese espacio. No convenía llegar a las últimas consecuencias, en términos políticos.  En 1870 el papa se negó a reconocer

Domingo 33, Tiempo Ordinario, Ciclo C

Primera Lectura Libro de Malaquías 3,19-20. El último de los profetas, que fue parte del ambiente del Bautista y de los discípulos de Jesús, anuncia el Día Final, el fin de los tiempos. Todos los arrogantes y los malvados serán como paja, serán consumidos por el fuego abrasador de Dios. De ellos no quedará raíz ni rama. Pero para los que temen a Dios, que le respetan, brillará el sol de justicia. Se hará justicia y habrá alegría como la de unos terneros que salen brincando al estar bien alimentados. Los malos serán consumidos por el fuego. No hay futuro para ellos. Los buenos se alegrarán al ver que se hace justicia. Los buenos son los que temen a Dios, es decir, que le respetan. Uno puede respetar sin tener que tenerle miedo a la persona que uno respeta. Esa es precisamente la confusión de muchos respecto a sus superiores: confunden el miedo con el respeto. Como los estudiantes cuando no respetan al maestro al que no le tienen miedo. Pero de ellos se entiende, porque so

Domingo 32, Tiempo Ordinario, Ciclo C

Primera Lectura Segundo Libro de Macabeos 7,1-2.9-14. La primera lectura de hoy narra un episodio dentro de la historia de la persecución de Antíoco Epifanes en que una madre es traída para renegar de su fe judía, comiendo lo prohibido. Le acompañan sus hijos. Se les insta a comer cerdo, cosa prohibida por la Ley. Estamos dispuestos a morir, antes que violar las leyes de nuestros padres, dice el mayor. A continuación es torturado y antes de dar el último suspiro le dice al rey, “Tú, malvado, nos privas de la vida presente, pero el Rey del universo nos resucitará a una vida eterna, ya que nosotros morimos por sus leyes”. Lo mismo sucede con el otro hermano que al morir también dice, “Yo he recibido estos miembros como un don del Cielo, pero ahora los desprecio por amor a sus leyes y espero recibirlos nuevamente de él”. Y así, hasta el cuarto hijo. Este último también repite la fórmula antes de morir: “Es preferible morir a manos de los hombres, con la esperanza puesta en Dios