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Mostrando las entradas de octubre, 2013

Los obispos y la nueva evangelización

Supuestamente sólo los reyes y los príncipes pueden usar el armiño. Llegar a ser obispo no es subir de categoría. Ir a ver un obispo no equivale a ir a ver un alto funcionario de gobierno o a un señor millonario. Es como ir a ver al pastor.   En el Vaticano todavía ciertos nombramientos, como el de ser nuncio, implican ser ordenado al “orden episcopal”. Esto quizás deriva de la época en que el papa enviaba su representante ante algún noble, rey o emperador. Generalmente esto sucedía en medio de alguna disputa en que había que defender los derechos de la Iglesia.  En los tiempos más antiguos el secretario del papa era un diácono y durante siglos los papas enviaban sus secretarios diáconos para representarles en la corte de Bizancio. Allá en la Iglesia de Oriente estos secretarios eran reconocidos y honrados como “vicarios” del papa.  Pero con los nobles occidentales esto se hizo imposible, porque los nobles trataban a los diáconos como simples secretarios. Así fue que el pa