La primera lectura de hoy (Génesis 14,18-20) presenta la figura de Melquisedec, rey de Salén, que ofrece pan y vino y bendice a Abrahán. Desde al menos el siglo 3° los padres de la Iglesia asociaron el ritual de Melquisedec, de ofrecer pan y vino, con la oración eucarística. Igualmente la «Salén» se identificó con Jerusalén, de manera que Melquisedec sería sacerdote del lugar santo desde sus inicios. El salmo responsorial para este día (salmo 109, 1-4) refiere a Jesús los versos, «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec». La segunda lectura está tomada de 1 Corintios 11,23-26, de las cartas de san Pablo. «Yo he recibido una tradición,» dice. Entonces repite la narración de la Última Cena: Jesús, al terminar de cenar con sus discípulos (al modo de la celebración del sábado hasta hoy entre los judíos en que pueden haber hasta cinco bendiciones en diferentes momentos) tomó el pan y lo bendijo y lo partió y lo repartió diciendo, «Este es mi cuerpo que se entrega ...
Este domingo celebramos el misterio de la Santísima Trinidad, de un Dios y tres personas divinas. La SantísimaTrinidad se entiende en el contexto de la filosofía griega. El lector puede saltar el siguiente párrafo. La realidad es una y Dios es uno, a la manera con que cada uno de nosotros es único. Entonces, de igual manera que una flor exhala su perfume como algo que emerge de su misma sustancia, así emerge la mente de Dios desde toda la eternidad y de la dinámica entre la mente de Dios y su misma realidad emerge el espíritu de Dios, la energía que todo lo mueve y que Dante formuló como el amor que mueve las estrellas y todas las otras cosas. La mente de Dios es la Palabra de Dios, el Hijo. De igual manera que las palabras representan como la materialización de nuestras ideas, así el Hijo respecto a la mente de Dios. A diferencia de ese eterno emerger y engendrarse del Hijo y del Espíritu en el seno de Dios, el mundo fue creado, no engendrado, que es lo que decimos en el C...