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Mostrando las entradas con la etiqueta MadreTeresa

Ayuno y abstinencia

  Imagen de Pixabay . En la historia de usos de especies y productos del comercio en la Edad Media uno encuentra expresada la manera de valorar. Las especies, aparte de ser vistas como objetos de necesidad para cocinar y para la medicina (o la farmacopea), también eran vistos como señales de status social debido a su rareza. No todo el mundo podía costearse la pimienta, que era más cara que la carne, o los pescados. Lo mismo habría que decir de la sal, que hizo millonario a más de un comerciante. En tiempos modernos fue convertida en un monopolio del estado en más de un país europeo. Así, no cualquiera podía mandar a hacerse una paella con azafrán, que todavía es de los productos más caros del mundo. En España e Italia esto era posible porque allí era donde precisamente se producía azafrán, lo mismo que el arroz, por lo que no tenían que depender de comerciantes de lejanas tierras para poder obtenerlo. Pero en Francia y Alemania no pasaba lo mismo, igual que en América.  Así las cosas,

Domingo 12 del tiempo ordinario, Ciclo A

James Tissot, Jesús envía a sus discípulos ( Brooklyn Museum, Wikimedia Commons) La primera lectura de hoy  es del libro del profeta Jeremías 20,10-13. «Hasta mis amigos más íntimos acechaban mi caída,» se lamenta. Parece que el pasaje de hoy corresponde a un momento de la vida del profeta en que se siente rodeado de enemigos que buscan su desgracia. Pero entonces se reafirma en su confianza en Dios que le protegerá y le rescatará: «el Señor está conmigo como un guerrero temible: por eso mis perseguidores tropezarán y no podrán prevalecer».  Pero entonces Jeremías añade algo que no cuadra con nuestra sensibilidad cristiana. «Señor de los ejércitos, que examinas al justo, que ves las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos!», dice. De todos modos al final canta su agradecimiento al Señor y exhorta a todos a unirse a él. «¡Canten al Señor, alaben al Señor, porque él libró la vida del indigente del poder de los malhechores!»  Este canto de alabanza y agradecimiento

Tiempo Ordinario, Ciclo C, Domingo 27

Si nuestra fe es del tamaño de un grano de mostaza... Primera Lectura Libro de Habacuc 1,2-3.2,2-4. El profeta clamó a Dios, “¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio sin que tú escuches?” El Señor le respondió: espera la visión y escríbela, “Porque la visión aguarda el momento fijado…espérala, porque vendrá seguramente y no tardará”. Entonces añade y con esto finaliza el pasaje de la lectura de hoy, “El que no tiene el alma recta, sucumbirá, pero el justo vivirá por su fidelidad”. En otra versión utilizada para este día esa última afirmación lee: “El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe”. Esta versión concuerda con la Vulgata original y la de Reina-Valera.  “Fidelidad” pareciera tener más sentido directo dentro del contexto. El que es justo, es decir, el que vive fiel a los mandamientos, a la Ley, quedará con vida porque fue fiel, por su fidelidad. “Fe” también puede tener sentido indirecto: el justo que tiene fe en Dios a pesar de la evidencia contraria

El instinto moral, Parte 2

Científico de "la revolución verde" que alimentó a más pobres que Madre Teresa de Calcutta El español Ramiro de Maeztu dijo, allá por la primera mitad del siglo 20, que un cristiano podía desprenderse de toda su riqueza y dársela a los pobres, pero ahí terminaba todo. Mejor era fundar una fábrica y darle de comer a muchos empleados por años venideros. Le recuerdo a mis lectores mi ensayo publicado en este Blog el 17 de enero de 2008 sobre "El instinto de moralidad". Igual que con aquel ensayo, los siguientes párrafos están basados en lo que plantean Steven Pinker, Richard Restak y homólogos. Desde hace ya tiempo, alrededor de unos treinta años o más, se ha observado que los que tienen accidentes y se les afecta el área frontal del cerebro, pierden sentido de sus emociones y de su moralidad. De haber sido antes personas muy correctas, luego del accidente son irresponsables y hasta peligrosos en algunos casos. Se ha podido demostrar que en casos psicopático

El instinto de moralidad

En los últimos cincuenta años hemos caído en cuenta del desajuste entre nuestros instintos y nuestra vida cotidiana. Tenemos un cerebro que se comunica con el cuerpo de forma vegetativa (las hormonas) y también, de manera electrónica (las neuronas). El paso de un estado de conciencia a otro tiene un ritmo distinto en cada caso. Las hormonas siguen circulando en nuestro cuerpo, aun cuando la circunstancia a que respondieron ha pasado, por eso seguimos molestos o alegres aun cuando ya hemos pasado a otra situación distinta. Entre tanto las neuronas de nuestro cerebro siguen activas, llevándonos de una impresión a otra, de una idea a otra. (“Usted es como el paisaje alrededor de su yo,” decía Ortega y Gasset en “Buscando un Goethe desde dentro” – cito de memoria) Esto explica algo de lo que sucede cuando personas que normalmente son amables de pronto se convierten en “animales” agresivos detrás del volante de un auto. Pero lo que también ha llamado la atención, comenzando con el mismo Dar

El legado de la Madre Teresa de Calcutta

De nuevo, el buen amigo Pablo Avilés me ha enviado una presentación en Power Point con citas de la Madre Teresa sobre lo que significa ser cristiano hoy día. No hay que ser fanático religioso para reconocer que ella nos habla a todos en nuestro compromiso de cristianos. Se puede bajar esta presentación desde mi página de archivos con .Mac: http://homepage.mac.com/cjrm430/FileSharing14.html .