La primera lectura de hoy está tomada del profeta Isaías 55,1-3. Es un anuncio de los tiempos mesiánicos. En esos tiempos habrá comida y bebida para todos, sin tener que pagar. «Coman gratuitamente su ración de trigo, y sin pagar, tomen vino y leche,» dice el profeta. «¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta y sus ganancias, en algo que no sacia?» Se ve que el alimento que menciona el profeta no es necesariamente el material, sino el espiritual. Si saben prestar atención, dice, se deleitarán con manjares sabrosos. «Yo haré con ustedes una alianza eterna, obra de mi inquebrantable amor a David.» De esa manera indica que el compromiso de Dios con Israel y con todos nosotros es desde siempre, el mismo desde el principio, un compromiso eterno. Recordemos el contexto. Los israelitas y los judíos fueron llevados al Cautiverio, y también dispersados por el mundo. Su territorio fue entregado a extranjeros que lo colonizaron. Los profetas señalaron que no es que Yahvé fuese un dio
Carlos Ramos Mattei