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Mostrando las entradas de enero, 2024

Domingo 4° del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  En el evangelio de hoy Jesús comienza a revelarse como el Enviado de Dios al expulsar un demonio en plena sinagoga.  Anteriormente la revelación de Jesús como Mesías se dio con la Adoración de los Magos, con el bautismo en el Jordán, con el milagro de la transformación del agua en vino en las bodas de Caná. En los últimos dos domingos los primeros discípulos simplemente lo reconocieron con mirarlo y así le siguieron. Este domingo el mismo demonio por boca del poseído lo reconoce. «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios», le dice. De seguro se corrió la voz y muchos hablaban de lo que pasó en la sinagoga. Nosotros también sabemos de lo sucedido por boca de los que lo cuentan (los evangelios). Más tarde a ese mismo Jesús Nazareno lo crucificaron y también nos enteramos como muchos en aquel entonces, por lo que nos cuentan. Pero por la gracia de la fe sabemos lo que sucedió, que ciertamente Jesús es el Enviado, algo q

Domingo 3° del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  Las lecturas de este domingo presentan la salida de Jesús a anunciar, igual que el Bautista, el llamado a la conversión de corazón. En el evangelio también vemos cómo los primeros discípulos dejan todo para seguir a Jesús en esta misión de predicar la conversión de vida.  Invito a ver mis apuntes correspondientes a este domingo, del año 2021 (oprimir).  Esta vez sólo comento lo siguiente. Como han indicado algunos estudiosos, Jesús no salió a bautizar con agua, como lo hizo antes el Bautista. Salió a predicar la conversión, sí, como un preludio a la llegada del Reino que ya está entre nosotros. El Reino ya está presente al momento del encuentro con Jesús concretizado en la comunidad cristiana y también expresado en la conversión de vida. Jesús no predica un compendio de verdades abstractas, sino que su predicación es él mismo.  Luego los seguidores de Jesús tendrán una gran tentación, que es la del fariseísmo. Es lo que vemos en estos días entre los cardenales, obispos y clérigos qu

Domingo 2° del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  El evangelio de hoy está tomado de Juan 1,35 ss . Dos discípulos de Juan Bautista ven a Jesús que pasa y oyen que el Bautista dice, «Éste es el Cordero de Dios». Al momento van y siguen a Jesús. De esta manera el año litúrgico comienza dándole atención a la vida pública de Jesús y a los discípulos, que dejaron todo para seguirle.  Invito a los lectores a ver mis apuntes con motivo de las lecturas de este domingo que preparé en el año 2021 (oprimir para verlos).  Ahora propongo una reflexión sobre el título que el Bautista le dio a Jesús, «Cordero de Dios que quita el pecado del mundo».  En la tradición cristiana que se formuló en los primeros siglos Jesús es el cordero pascual sacrificado por los pecados del mundo, algo que recordamos y hacemos presente en la liturgia eucarística.  En efecto, los evangelios narran cómo Jesús fue crucificado en la tarde de la preparación de la pascua al momento que también se sacrificaban los corderos en el templo para la cena pascual de aquel año. E

Epifanía del Señor, Año 2024 -- ciclo B

Hoy celebramos la revelación (epifanía) de Dios en Jesús, Dios encarnado.  Como han indicado otros: el amor de Dios a su creación se demuestra en el haber querido asumir nuestra naturaleza humana, el haber querido venir a compartir con nosotros, a convivir con nosotros. Si nuestra condición humana fuese condenable, Jesús hubiese venido a condenar. Pero no vino a condenar, sino a revelarnos las bondades de estar vivos, en esta vida con sus luces y sombras.   La primera lectura de hoy es del profeta Isaías 60,1-6. «¡Levántate y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!», nos dice, «Caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora». La visión del profeta Isaías habla de los tiempos en que Jerusalén será la sede de un imperio de paz y armonía entre las naciones y entre los humanos. Los judíos de la Dispersión volverán y a Jerusalén llegará la riqueza de los pueblos. Llegarán reyes a rendir tributo trayendo oro e incienso y procl