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Mostrando las entradas de junio, 2010

Una reflexión sobre los publicanos

En el oficio de lectura anglicano estadounidense se celebra hoy, igual que en la Iglesia católica romana, la fiesta de los apóstoles San Pedro y San Pablo. Pero el evangelio es escogido de un pasaje distinto del que se lee en la misa de la Iglesia romana. Tomado de Mateo 21:23-32, presenta a Jesús intercambiando palabras con los sacerdotes del templo. Al final del pasaje Jesús les dice, “Les aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de los cielos.” Y es que “Juan el Bautista vino a enseñarles el camino de la justicia, y ustedes no le creyeron; en cambio, esos cobradores de impuestos y esas prostitutas sí le creyeron. Pero ustedes, aunque vieron todo esto, no cambiaron de actitud para creerle.” Se ve que el traductor de esta versión cambió “publicanos” por “cobradores de impuestos”. Todavía hoy día los que cobran impuestos para el gobierno son personas con una mala imagen. Algunos parecen rastreros, pusilánimes, guiñapos de

Eucaristía y renovación litúrgica

En mi continuo trabajo de pulir la publicación que espero poder traer a la luz pública el año que viene, me he encontrado recientemente con algo que deseo compartir con mis lectores, bien si una semana después de la celebración de la Fiesta de Corpus Christi. En una publicación de 1949, Corpus Mysticum: L’Eucharistie et l’Église au moyen âge (Paris: Aubier) Henri de Lubac demuestra cómo el término “cuerpo de Cristo” antiguamente se refería a la Iglesia, mientras que “cuerpo místico” se refería a la eucaristía. Esto revela que es cierto lo que muchos hemos pensado, que durante el primer milenio no había tanta preocupación sobre la realidad física de Cristo en la eucaristía. La realidad mística de la eucaristía y la realidad física de la asamblea (cuerpo místico y cuerpo de Cristo) hacían que el asunto de la “Presencia Real” ni tan siquiera surgiese. Con el empobrecimiento de la liturgia en la Edad Media y comenzando con las invasiones de los bárbaros, se concentró la atención so