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Mostrando las entradas con la etiqueta mundo hoy

La Comunidad cristiana en cuaresma

  Con los párrafos que siguen no pretendo decir algo nuevo, distinto. No son ideas mías. Son planteamientos que he escuchado y leído durante años y que en este momento presento a modo de recordatorio, nada más. Muchas parroquias proponen en estos días las devociones tradicionales de cuaresma: el viacrucis, el sacramento de la confesión y la revisión de vida, un día de retiro para los feligreses, así. Igual, proponen los «jueves eucarísticos» con la adoración del Santísimo y para Semana Santa las procesiones de Jueves Santo y Viernes Santo. Al momento tal parece que la vida parroquial se define mayormente por las devociones y las organizaciones devocionales. Promover la vida devocional de la parroquia está más que bien, no faltaba más. Pero hemos de atender también a la vida pastoral o la actividad misionera con los alejados de la fe, además de esa dimensión devocional. Y tengamos claro que la eucaristía —la misa, propiamente hablando— no es una actividad exclusivamente devocional, bien

Judíos, cristianos y palestinos en Navidad

  (Imagen de Annette Jones, www.pixabay.com) Que uno sea feliz a costa del sufrimiento de otro es algo que no tiene sentido. Es lo que podemos decir de israelitas y palestinos. La felicidad de los israelitas no puede darse al precio del horror de la guerra contra los palestinos. Ni tampoco la felicidad de los palestinos puede ser el resultado del terrorismo contra los israelitas. Así no puede ser. Alguien podría decir que la violencia israelita está justificada en la Biblia. La historia que se narra en la Biblia es una de extrema violencia, como las guerras contra los filisteos en lo que hoy día es Gaza, junto a las demás acciones bélicas contra los demás habitantes cananeos de la región. Sólo un pueblo podía ser «el pueblo escogido» y los demás pueblos no merecían respeto. Entonces los israelitas fueron conquistados por los asirios y los babilonios, que los dispersaron al exilio. Entonces por boca de los profetas entendieron mejor el asunto. Igual que el alfarero descarta una masa de

Domingo 28 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Hoy Jesús cuenta la parábola del rey que ofreció un banquete de bodas.  El Reino de los cielos es como un banquete al que todos los pueblos quedan invitados.  En la parábola Jesús dice que el rey organizó la boda y mandó las invitaciones a los invitados. En aquella sociedad los invitados serían los súbditos del rey, el pueblo, invitado a celebrar la boda (la llegada del Reino). Pero los invitados —el pueblo— no hicieron caso y demostraron que no estaban interesados en venir al banquete. El rey montó en cólera y mandó a sus tropas para que atacaran a los convidados y le prendieran fuego a su ciudad.  Los que escuchaban a Jesús entendieron: Yahvé invitó al pueblo hebreo al reino de la justicia y el amor al prójimo y el pueblo no le fue fiel. Por eso envió a los asirios y los babilonios para que fueran su instrumento de castigo contra los israelitas y destruyeran a Jerusalén y sacaran a los hebreos, despojándolos de aquella tierra.  Entonces —prosigue la parábola— el rey envió a sus criad

Octavario por la unidad entre los cristianos

  La señal del Reino de Dios entre nosotros es el amor entre los cristianos. La señal de nuestra fe es el amor entre los hermanos. A Dios no lo vemos, pero al hermano sí lo vemos. Con los ojos de la fe encontramos a Dios en los hermanos. No basta con decir, «Mi verdad es la verdad verdadera». Obras son amores y no buenas razones. No basta con tener la verdad. Es más importante demostrar la verdad con las obras, con los gestos y los hechos concretos.  Fue un gran absurdo cuando los cristianos se persiguieron entre sí a nombre de su propia interpretación de la fe. Es que las interpretaciones son inevitables, como en el ejemplo siguiente. Uno le dice a un niño que dibuje la letra «A». Cada uno dibujará la misma letra, pero con su propio estilo. Algo parecido encontramos si le decimos al niño que dibuje un árbol. Cada niño dibujará un mismo árbol, aunque nunca de manera idéntica. Lo mismo sucede con nuestra experiencia de fe. Cada uno pasa por su propia experiencia, pero luego la expresa

Domingo 6º de Pascua, Ciclo B

  El tema de este domingo es el amor de Dios con nosotros La primera lectura continúa la lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10,25-26.34-35.44-48. El trasfondo del pasaje de la primera lectura de hoy es el siguiente. Un centurión del ejército romano es un hombre bueno y temeroso de Dios, que da limosna a los necesitados y está atento a ser justo; se llama Cornelio. Un ángel se le aparece y le dice que mande a buscar a Pedro para conocerlo. Cornelio (Hechos 10,1) vivía en Cesarea y pertenecía a la cohorte itálica, según nos indica el texto. Sabemos que Cesarea fue la capital de la Palestina romana, la sede administrativa de la ocupación romana. Estaba al sur de Galilea, era una ciudad costera. Así, el escenario de la primera lectura de hoy es dentro de la base militar romana, en casa de un esbirro del imperio, por así decir. Para los judíos religiosos y patriotas eso de ir allí era incurrir en impureza y colaborar con el enemigo.  Le lectura de hoy comienza cuando Pedro lle

Domingo 2º de Pascua, Ciclo B

  El tema de este domingo es la experiencia del apóstol Tomás, que dudó Durante seis semanas observamos el tiempo litúrgico de cuaresma. Ahora entramos en el tiempo litúrgico de Pascua de Resurrección, durante otras seis semanas. Ambos tiempos litúrgicos se compensan y se relacionan entre sí, sobre todo en términos de la Semana Santa y esta semana subsiguiente de la Octava de Pascua.  Este domingo es, como todos los domingos, celebración de la Resurrección, que es el eje de nuestra fe: Jesús resucitado.  En este contexto fue un error establecer este domingo como solemnidad del Cristo de la Divina Misericordia, ya que es algo que corresponde al ciclo cuaresma-Semana Santa. En el ciclo de Pascua no corresponde pensar en nuestra necesidad de misericordia. El Resucitado ya es testimonio de que Dios no le da importancia a nuestros pecados; o que, en todo caso, nos ha dado la gracia y el perdón.  Hemos renacido con Cristo en nuestro bautismo y por eso el eje de nuestra fe es la alegría del R

Domingo 1º de cuaresma, ciclo B

  El tema de este domingo es el de las tentaciones de Jesús en el desierto La primera lectura para este domingo está tomada del Génesis 9,8-15. Es el momento en que ha pasado el Diluvio universal y Noé sale del arca. Dios entonces hace un pacto con Noé, con todos sus descendientes, y con todos los animales sobrevivientes. Nunca volverá a destruirlos con un diluvio. La señal del pacto será el arco iris. Cuando aparezcan nubes sobre la tierra no habrá que tener miedo a otro diluvio, y la señal de que eso es así, será el arco iris.  La lectura así evoca el pacto de Dios con nosotros, la Alianza de Dios con la humanidad. Evoca la voluntad de Dios al crear. Dios espera una conducta recta que nace de un corazón recto motivado por el respeto a Dios.  El salmo responsorial canta los versos del salmo 24,4bc-5ab.6-7bc.8-9. «Señor, enséñame tus caminos,» cantamos. Y entonces, «El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su c

Domingo 22 Tiempo Ordinario, Ciclo A

  El tema de este domingo es el anuncio de la Pasión La primera lectura de hoy está tomada del profeta Jeremías 20,7-9. «Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir,» comienza diciendo el profeta en esta primera lectura del día. Anuncia la aplicación del evangelio de hoy a todo cristiano. Dios sale al encuentro de nosotros, nos busca. Responder al llamado de Dios a todos y cada uno de nosotros implica vivir en peligro.  Aunque uno no sea cristiano, vivir siempre es vivir en peligro. Sólo que los esquemas y estructuras de la civilización hacen que nos olvidemos de ese hecho, momentáneamente. Es como olvidar la necesidad de oxígeno en el diario vivir. Cuando el oxígeno hace falta, entonces nos damos cuenta de su importancia.  Mientras la civilización nos protege, se nos olvida que siempre estamos en riesgo de que al próximo instante aparezcan las consecuencias del peligro en medio del que vivimos. Eso hace que vivamos de espaldas al peligro en que se desenvuelve nuestra existencia.  El crist