Primera lectura La primera lectura de hoy está tomada del comienzo del libro del profeta Jeremías. En este pasaje Dios comisiona a Jeremías para anunciar lo que Dios le indique. “Antes de que salieras del seno materno te consagré,” le dice el Señor. Igual que la Virgen, igual que el mismo Jesús, igual que cada uno de nosotros, Dios nos ha predestinado. Algunos, como Jeremías fueron consagrados desde el vientre materno, es decir, desde la misma concepción. Desde el mismo vientre materno ya Dios determinó que Jeremías sería su profeta, su mensajero. Nótese que “profeta” equivale a “mensajero”, “heraldo”, el que revela o anuncia lo que Dios quiere comunicarle a su pueblo. En algunos casos la “profecía”, el “anuncio” podía terminar vaticinando lo que llegaría a suceder. “Te nombré profeta de los gentiles,” dice. En este caso parece que no está hablando de que Jeremías anunciará lo que Dios quiere comunicar a los “paganos”, a los no judíos. El contexto en estos ver...
Carlos Ramos Mattei