Hoy la prensa informó que se han cerrado más de 30 sucursales bancarias en la Isla. Lo que parece ser la mayor preocupación de los periodistas ha sido el desempleo, el número de puertorriqueños que ahora quedarán desempleados como resultado de esto. Lo primero que viene a la mente es la injusticia perpetrada por los que tomaron esa decisión. Pero, ¿se hizo con malicia, con indiferencia, por egoísmo? Podemos conjeturar que no hubo intención de cometer injusticia. Con la disolución del Westernbank y del Eurobank y de un tercero que ahora no recuerdo, era de esperarse que los bancos compradores (Banco Popular de PR, Scotiabank y BBVA) se iban a encontrar con sucursales de más, las que naturalmente tendrían que cerrar, aun por acatamiento a los reglamentos federales de los EEUU. En algunos casos las sucursales eran contiguas, como la del Popular y el Westernbank en la parada 18, lo mismo que en Plaza Las Américas. No tiene sentido tener sucursales contiguas de esa manera. Lo que el...
Carlos Ramos Mattei