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Mostrando las entradas con la etiqueta fariseos

Solemnidad de san Pedro y san Pablo

  Catacumbas, siglo 4° Hoy celebramos estos dos pilares del cristianismo en su primer momento, en sus orígenes, en el tiempo inmediatamente posterior a la predicación, muerte y resurrección de Jesús. La primera lectura de hoy está tomada del libro de los Hechos de los apóstoles 3,1-10. Narra la curación de un lisiado, en los primeros años después de la resurrección de Jesús. En aquellos primeros años los discípulos y apóstoles permanecieron en Jerusalén; «Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón» (Hechos 2.46). Pedro y Juan ven a un lisiado de nacimiento a la entrada del templo. Pedro se detiene y le dice, «No tengo dinero, pero en nombre de Jesucristo Nazareno, levántate y anda». Y enseguida el lisiado se levantó y entró al templo brincando y alabando a Dios. Fue un ejemplo del gran poder de Dios al invocar el nombre santo de Jesús. Es lo que ya se vio antes e...

Leyes religiosas

  Los que quieren imponer leyes a nombre de la religión y promueven legislar la moral religiosa para imponerla a todos los ciudadanos recuerdan a los fariseos de tiempos de Jesús.  En abstracto las cosas pueden verse en blanco y negro. Pero en concreto las cosas no se ven tan claras. La realidad es gris. «¿Porqué tus discípulos comen con las manos sucias?», le preguntaban los fariseos a Jesús (Mateo 15,2). El comentario fue ocasionado por una ocasión particular. De seguro que los discípulos se lavaban las manos por uso y costumbre. Pero en un momento dado estaban comiendo sin lavarse las manos, en violación de la ley de los fariseos. A los fariseos no les importaba la situación que justificaba la excepción a la regla. Hay ocasiones en que se justifica comer con las manos sucias. Hay ocasiones en que se justifica matar a una persona, qué remedio.  Hay ocasiones en que se justifica violar la ley, qué remedio.  Súmmum ius, summa iniustitia , dijo Cicerón. Si se aplica l...

Domingo 3 de cuaresma, ciclo C

  En el evangelio de hoy vemos la parábola de la higuera que el dueño quería cortar En el evangelio de hoy (Lucas 13,1-9) encontramos dos episodios puestos en secuencia por Lucas. Podemos asumir que ambos episodios están relacionados. En el primer episodio le vienen a contar a Jesús de unos galileos que Pilato hizo matar, mezclando su sangre con la sangre de los sacrificios que ofrecían. Jesús les dice que esos que murieron así eran tan pecadores como cualquier otro, implicando que la paga del pecado es la muerte (Romanos 6,23), como quiera.  Los fariseos eran los que creían que podían hablar de otros como más pecadores que ellos y no se daban cuenta de que todos somos tan pecadores unos como otros. Un cristiano lo piensa dos veces antes de abrir la boca para denunciar. «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la ...

Domingo 28 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  En el evangelio de hoy Jesús condena a los ricos y los apegados a las cosas de este mundo. Los cristianos se distinguen por haber descubierto una sabiduría como lo que describe la primera lectura de hoy (Sabiduría 7,7-11): Supliqué y me fue dada la prudencia, invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos y a su lado en nada tuve la riqueza. No la equiparé a la piedra más preciosa, porque todo el oro ante ella es un poco de arena La sabiduría que han descubierto los cristianos es más preciosa que el oro y más importante que cetros y tronos o que ser reyes y tener autoridad. Eso sí, que eso de tener sabiduría no se nos vaya a la cabeza y nos volvamos fariseos. Es lo que le sucede a más de un cristiano, a más de una cristiana.  Si te engríes en tu sabiduría, entonces realmente no eres sabio. Si miras a los ignorantes y a los pecadores y a los de otras ideas con condescendencia (por encima del hombro) entonces no eres sabio; no piensas como cristiano...

Domingo de Pentecostés, Año 2024

  Dios es amor. Con el Espíritu Santo ese amor de Dios se nos infunde de manera especial para vivir como cristianos.  Durante la Edad Media y en los tiempos modernos la vida cristiana se entendió como un asunto individual, personal. Uno vivía su fe personal al modo clerical o al modo laico. Clérigos y laicos vivían su fe por separado.  Entre tanto la Iglesia se entendía al modo institucional. La Iglesia le pertenecía a los clérigos y no había consciencia o sentido de que la Iglesia fuésemos todos. Todavía hoy están los que siguen viendo la Iglesia al modo institucional. Se ven como miembros de la Iglesia como institución pública (especie de multinacional) antes que como «pueblo de Dios».  Podemos decir que de hecho la Iglesia es ambas cosas: institución y pueblo de Dios. Lo uno no quita lo otro. Pero a nivel pastoral y en sentido litúrgico prima el sentido existencial de pueblo de Dios (ver Lumen Gentium , Constitucion dogmática sobre la Iglesia, §’s 6 y 9). Esto es ...