En el evangelio de hoy encontramos el tema de la fe cuando Jesús realiza milagros En el evangelio de hoy se dan dos milagros. Uno es la curación de la hemorroisa y el otro es la resurrección de la hija de Jairo. Encontramos ahí dos temas, el de la resurrección, y el de Jesús imbuido del poder del Espíritu, como lo vimos en el episodio del domingo anterior, cuando calmó las olas embravecidas. Por el testimonio de los evangelios vemos que Jesús fue alguien especial: el mar y las olas le obedecían y toda la naturaleza, como lo vemos en sus curaciones. En el evangelio de hoy camina por las calles estrechas del pueblo mientras va rodeado de todos los que le siguen (no todos eran discípulos, de seguro la mayoría eran curiosos). En ese escenario la mujer que espera un milagro busca acercarse y tocarle al menos su manto. Basta que toque su manto para poder curarme, se dice. Y así sucede. Ella se acerca, toca su manto y al momento queda sana. Entre tanto llegan de la casa de Jairo a decirle
Carlos Ramos Mattei