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Mostrando las entradas de septiembre, 2024

Domingo 26 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

En el evangelio de hoy Jesús invita a ser íntegros En la primera lectura (Números 11,25-29) el espíritu del Señor desciende sobre los setenta ancianos designados por Moisés como jueces de Israel. Dos de los ancianos no estaban con el grupo en la Tienda del Encuentro, pero también fueron poseídos del espíritu de Dios y comenzaron a profetizar estando fuera de la Tienda del Encuentro. Se lo dicen a Moisés como algo a prohibirse, que profeticen fuera de la Tienda del Encuentro, y Moisés dice, «¡Ojalá todo el pueblo del Señor recibiera el espíritu del Señor y profetizara!».  En la segunda lectura continúa la carta del apóstol Santiago que vamos leyendo estos domingos. Santiago denuncia a los ricos, pero no por ser ricos. No es la riqueza lo que es malo. Es la actitud de los que viven engañados por sus riquezas, esclavizados a sus riquezas.  --El dinero es un medio al servicio de la vida, y no es que la vida hay que esclavizarla al dinero. El dinero debe estar al servicio del vivir en el te

Domingo 25 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  En el evangelio de hoy Jesús anuncia su pasión y muerte y de paso ilustra cuál ha de ser la actitud del cristiano. El domingo pasado Pedro reconoció a Jesús como el Mesías, el Enviado de Dios. Pero todavía él y los discípulos no comprendían en qué consiste el reino de Dios que Jesús anuncia.  Jesús no va a ser rey de un reino al modo humano, sino del reino de Dios en este mundo, que va a ser un reino al modo cristiano en este mundo ya desde ahora. El reino de Dios en este mundo se va a cumplir en la vida de las pequeñas comunidades cristianas (y en la iglesia institucional como «comunidad de comunidades», todas conformando el Pueblo de Dios).  En la primera lectura de hoy se plantea que Dios favorece a sus… favoritos. Por tanto, si alguien dice que es el favorito de Dios, pero es humillado y esclavizado entonces su alegato es falso. El contexto de la primera lectura es la esclavitud en Babilonia. Por eso el autor le reclama a Dios que demuestre que de veras el pueblo de Israel es su

Domingo 24 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  En el evangelio de hoy Pedro reconoce a Jesús como el Mesías y Jesús anuncia su pasión. El evangelio de hoy continúa la lectura del evangelio de Marcos. Todos quedan maravillados de los signos de Jesús, como la curación del sordomudo del domingo pasado. Todos ven que Jesús es un ser especial pero sólo Pedro reconoce su divinidad. «Tú eres el Mesías,» le dice. Jesús es el Ungido, el Enviado, el Hijo del hombre anunciado por los profetas,  que había de llegar al fin de los tiempos.  Jesús le dice a sus discípulos que mantengan esto en secreto, que no hablen de su identidad a los que se acercan para escuchar su predicación.  Entonces, como para subrayar la necesidad de fe en él y su mensaje, a continuación Jesús les anuncia que será humillado y que padecerá mucho a manos de los sumos sacerdotes y de los líderes del pueblo. «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días,» les dice. Esto a

Domingo 23 del Tiempo Ordinario, Ciclo B - año 2024

  En el evangelio de hoy Jesús cura a un sordomudo. Las curaciones de Jesús anuncian y confirman la llegada del Reino de Dios.  Esto es lo que anuncia la primera lectura, Isaías 35,4-7: Dios en persona viene trayendo la salvación; entonces los ojos de los ciegos se despegarán y los oídos de los sordos se abrirán, entonces saltará el cojo como un ciervo y cantará la lengua del mudo.  Podemos pensar que nosotros somos los ciegos y sordomudos. No sabemos ver a Dios entre nosotros, Dios con nosotros; no vemos. No sabemos escuchar a Dios, y por eso no podemos hablar y anunciar sus maravillas. Sin mérito nuestro, sin embargo, Dios viene a nuestro encuentro, a nuestro rescate. Es Jesús, Palabra del Padre. «La presentación (la figura, el esquema) de este mundo se termina (pasa, es efímero),» dice san Pablo en 1 Corintios 7,31. Es lo que anunció desde el principio Juan Bautista. Viene Dios y pondrá todo en orden y hará justicia, por lo que hay que prepararse.  En la mentalidad semita no es que