Primera Lectura Libro de Amós 6,1.4-7. “Ay de los que se fían de Sión, confían en el monte de Samaría,” anuncia el profeta Amós. “Os acostáis en lechos de marfil…coméis los carneros del rebaño…canturreáis…inventáis, como David, instrumentos musicales…y no os doléis de los desastres de José.” Por eso Yahvé enviará su castigo, vendrá la invasión de los asirios y a la cabeza de los cautivos irán estos que antes se daban la buena vida. “Se acabó la orgía de los disolutos.” Si se hubieran acordado de José, ¿Dios no los hubiera castigado? Esto es, si hubiesen cumplido con su deber, qué importaba si comían y bebían y se se daban la buena vida. Lo que se critica es la irresponsabilidad, no tanto el vivir bien. Vivir bien no es malo de por sí; ser rico es algo bueno, por algo es deseable. En los últimos ciento cincuenta años surgió un nuevo tipo de puritano. Antes, los puritanos del siglo 17 veían el sexo como algo malo. Esto fue lo que llevó a los papas a declarar que el mismo
Carlos Ramos Mattei