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Domingo 29, Tiempo Ordinario, Ciclo C

Primera Lectura Libro del Exodo 17, 8-13. El pasaje de hoy corresponde al periodo de la conquista de Canaán, ya habiendo cruzado el Jordán y luego de andar errantes por el desierto. Los israelitas en este episodio han perdido la iniciativa y los habitantes de la región, los amalecitas, se les oponen. Como no son los tiempos del café instantáneo como hoy día, la acción marcha a ritmo lento. Moisés le da instrucciones a Josué, líder de los israelitas, para que salga a combatir al otro día, mientras él (Moisés) estará sobre “el monte” con el “bastón de Dios” en la mano. Al otro día la batalla favorece a los israelitas, siempre que Moisés sostuviera sus brazos en alto, porque cuando los dejaba caer, los amalecitas prevalecían. Entonces le traen una piedra para que pueda sentarse mientras Aaron y otro asistente le sostienen los brazos. De esa manera Josué logra la victoria. La mención del monte recuerda los montes que aparecen en otros lugares de la Biblia: el Hermón, el Tabor,

Domingo 28, Tiempo Ordinario, Ciclo C

Primera Lectura Segundo Libro de los Reyes 5,14-17. Naamán, general de las tropas sirias le pidió ayuda a Eliseo para curar su enfermedad, tenía lepra. En vez de tratarlo al estilo de la brujería el profeta le dijo que tenía que ir a bañarse al río Jordán. El sirio quizás pensó que se burlaba de él, pero después decidió bañarse en el río y se dio el milagro de la cura. Naamán se alegró en cantidad y volvió a donde estaba Eliseo (estamos hablando de un intervalo de días probablemente). Llegó alabando a Dios, "Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra, a no ser en Israel. Acepta, te lo ruego, un presente de tu servidor". Eliseo entonces le acepta un pedazo de terreno y bienes equivalentes a la carga de dos mulas.  Esta primera lectura presenta el tema de hoy, el de un leproso agradecido alabando a Dios por haber sido curado. Naamán se curó porque tuve fe en las palabras del profeta como inspiradas por Dios mismo.   Naamán procuró ayuda del profeta E

Tiempo Ordinario, Ciclo C, Domingo 27

Si nuestra fe es del tamaño de un grano de mostaza... Primera Lectura Libro de Habacuc 1,2-3.2,2-4. El profeta clamó a Dios, “¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio sin que tú escuches?” El Señor le respondió: espera la visión y escríbela, “Porque la visión aguarda el momento fijado…espérala, porque vendrá seguramente y no tardará”. Entonces añade y con esto finaliza el pasaje de la lectura de hoy, “El que no tiene el alma recta, sucumbirá, pero el justo vivirá por su fidelidad”. En otra versión utilizada para este día esa última afirmación lee: “El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe”. Esta versión concuerda con la Vulgata original y la de Reina-Valera.  “Fidelidad” pareciera tener más sentido directo dentro del contexto. El que es justo, es decir, el que vive fiel a los mandamientos, a la Ley, quedará con vida porque fue fiel, por su fidelidad. “Fe” también puede tener sentido indirecto: el justo que tiene fe en Dios a pesar de la evidencia contraria

Tiempo Ordinario, Ciclo, Domingo 26

Primera Lectura Libro de Amós 6,1.4-7. “Ay de los que se fían de Sión, confían en el monte de Samaría,” anuncia el profeta Amós. “Os acostáis en lechos de marfil…coméis los carneros del rebaño…canturreáis…inventáis, como David, instrumentos musicales…y no os doléis de los desastres de José.” Por eso Yahvé enviará su castigo, vendrá la invasión de los asirios y a la cabeza de los cautivos irán estos que antes se daban la buena vida. “Se acabó la orgía de los disolutos.” Si se hubieran acordado de José, ¿Dios no los hubiera castigado? Esto es, si hubiesen cumplido con su deber, qué importaba si comían y bebían y se se daban la buena vida. Lo que se critica es la irresponsabilidad, no tanto el vivir bien. Vivir bien no es malo de por sí; ser rico es algo bueno, por algo es deseable.  En los últimos ciento cincuenta años surgió un nuevo tipo de puritano. Antes, los puritanos del siglo 17 veían el sexo como algo malo. Esto fue lo que llevó a los papas a declarar que el mismo

Tiempo ordinario, Ciclo C, Domingo 25

Primera Lectura Libro de Amós 8,4-7. “Escuchad esto los que exprimís al pobre,” comienza el pasaje del libro de este profeta Amós; al final termina, “jura el Señor por la Gloria de Jacob que no olvidará vuestras acciones”. Es una dura denuncia contra los empresarios que sólo piensan en sus negocios y no toman en cuenta a los pobres y a los afectados por culpa de sus gestiones . Habla de los empresarios sin escrúpulos, no de todos los empresarios. No dice que la causa de la pobreza son los ricos. El sufrimiento de los pobres que denuncia el pasaje es el causado por los empresarios sin escrúpulos. No todos los empresarios son así. No dice que ser empresario implica estar en contubernio con el diablo. Hay empresarios buenos y otros malos. Habla de los malos. No dice que la pobreza (económica) es una virtud.  Sí dice que Dios está pendiente, no se olvidará de lo que esos empresarios (malos) hacen. Son los que despojan de sus bienes a los indefensos, los que manipulan las pesa