Esta es una fiesta de reciente institución dentro de la Iglesia católica romana. En época de la creación del estado italiano se encontró relevante, más aun al asumir el lema de “instaurar todo en Cristo” como ideal. En 1870 los italianos lograron derrotar los ejércitos papales y entrar triunfantes en Roma. Lo que antes eran palacios papales se convirtieron en edificios de gobierno hasta el día de hoy. En 1929, cuando el papa aceptó la situación y se formalizó el reconocimiento del nuevo estado italiano (de ahí la Avenida de la Conciliación que se construyó por entonces) se estipuló pagarle al Vaticano una considerable suma de dinero en compensación por sus pérdidas materiales. Ese dinero sirvió de base al Banco del Vaticano que lleva el nombre de Ministerio para las obras de religión. El papa se retiró a los terrenos del Vaticano y se le respetó en ese espacio. No convenía llegar a las últimas consecuencias, en términos políticos. En 1870 el papa se negó a reconocer
Carlos Ramos Mattei