En el evangelio de hoy Jesús cura a un ciego de nacimiento. Necesitamos que Jesús cure nuestras cegueras. En la primera lectura (1 Samuel 16,1b.6-7.10-13a) Dios lleva a Samuel para que unja a David como rey de Israel. Al momento que es ungido, el Espíritu de Dios vino sobre David desde aquel día en adelante. Podemos pensar varias cosas sobre esta lectura en relación al evangelio de hoy. Primero, que David fue llamado por Dios. Él andaba por el monte cuidando los rebaños y allá hubo que irlo a buscar para ser ungido. De la misma manera Jesús en cuanto humano fue destinado a su misión desde toda la eternidad, y así en cuanto humano también el Espíritu de Dios vino sobre él al momento de ser bautizado en el Jordán. Al salir a anunciar el Reino de Dios Jesús fue reconocido como alguien especial, lleno del Espíritu de Dios. El destino de Jesús fue ser el pastor que reuniera a las ovejas dispersas de Israel para volver a formar un nuevo pueblo de Dios. Jesús fue obediente al Padre hast
Carlos Ramos Mattei