A continuación, un ensayo que sometí a la sección "Voces" del periódico El Nuevo Día, pero que hasta la fecha no ha sido publicado. Este ensayo va acompañado de la noticia de hoy en el New York Times, sobre una reciente decisión de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York que fiscaliza a la FCC por tratar de evitar que se usen "malas palabras" en los medios de comunicación. El comentario a esa noticia va en el otro posting del día de hoy. A continuación, mis observaciones sobre "Chávez y el progreso" --
Chávez y el progreso
En Estados Unidos, a través de su historia, los legisladores han sido tan incapaces y corruptos como los nuestros. Desde siempre el puerto de Nueva York ha estado controlado por una mafia. En los países nórdicos hay corrupción y hay gobernantes ineptos, pero esto no es un impedimento para el progreso económico, ni para la estabilidad social.
Propongo que nuestro problema es un problema cultural. Pero la cultura no tiene que ser un destino. El mejor ejemplo de ello es España, que nos legó el caudillismo y una imagen autoritaria de los gobernantes. Pero España ha podido superar siglos de corrupción e incompetencia maliciosa para lograr una prosperidad y un orden democrático que son la envidia de los países hispanos.
Para que los pobres progresen, pensamos que el gobierno debe intervenir. Si un medio de difusión como periódico o televisora monta una campaña contra el gobierno, se convierte en una amenaza y el gobierno interviene, como igual sucede en los Estados Unidos. Si surge un monopolio en el mercado, también el gobierno estadounidense interviene. Pero hay una diferencia. La comisión que fiscaliza a los medios de difusión es a su vez fiscalizada. Y los que fiscalizan esa comisión, también son fiscalizados. El mismo Presidente de los Estados Unidos es fiscalizado. Como último recurso el pueblo puede votar para cambiar el gobierno entero.
Pero si no se puede fiscalizar al gobierno, ni a los que deciden el cierre de una televisora, entonces los burócratas del gobierno no tendrán freno, sobre todo si ese gobierno actúa a nombre de su “verdad” superior, que no admite cuestionamiento. Chávez efectivamente controla la asamblea nacional y la corte suprema y la Junta de Directores de Petróleos. Sus decisiones no pueden ser objetadas.
Dios nos salve de las dictaduras ideológicas.
Chávez y el progreso
En Estados Unidos, a través de su historia, los legisladores han sido tan incapaces y corruptos como los nuestros. Desde siempre el puerto de Nueva York ha estado controlado por una mafia. En los países nórdicos hay corrupción y hay gobernantes ineptos, pero esto no es un impedimento para el progreso económico, ni para la estabilidad social.
Propongo que nuestro problema es un problema cultural. Pero la cultura no tiene que ser un destino. El mejor ejemplo de ello es España, que nos legó el caudillismo y una imagen autoritaria de los gobernantes. Pero España ha podido superar siglos de corrupción e incompetencia maliciosa para lograr una prosperidad y un orden democrático que son la envidia de los países hispanos.
Para que los pobres progresen, pensamos que el gobierno debe intervenir. Si un medio de difusión como periódico o televisora monta una campaña contra el gobierno, se convierte en una amenaza y el gobierno interviene, como igual sucede en los Estados Unidos. Si surge un monopolio en el mercado, también el gobierno estadounidense interviene. Pero hay una diferencia. La comisión que fiscaliza a los medios de difusión es a su vez fiscalizada. Y los que fiscalizan esa comisión, también son fiscalizados. El mismo Presidente de los Estados Unidos es fiscalizado. Como último recurso el pueblo puede votar para cambiar el gobierno entero.
Pero si no se puede fiscalizar al gobierno, ni a los que deciden el cierre de una televisora, entonces los burócratas del gobierno no tendrán freno, sobre todo si ese gobierno actúa a nombre de su “verdad” superior, que no admite cuestionamiento. Chávez efectivamente controla la asamblea nacional y la corte suprema y la Junta de Directores de Petróleos. Sus decisiones no pueden ser objetadas.
Dios nos salve de las dictaduras ideológicas.
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