Ir al contenido principal

Una vez más, tomemos en cuenta lo que pasa en Venezuela


Hugo Chávez sigue en su proyecto sin tomar en cuenta las reglas básicas de juego. Lo que pasa es que se cree que uno puede "bregar" con las reglas y acomodarlas a su voluntad. Es el error de la Unión Soviética, la China maoísta, la Cuba de Fidel... pensar que uno puede controlar la economía desde el gobierno. Esto es como creerse que uno puede invocar los dioses (que están de su parte) y conseguir erradicar alguna plaga o algún otro problema social. Las enfermedades, como los problemas sociales y los desajustes económicos no se resuelven con puro pensamiento. El mismo viejito Marx lo sabía y por eso pedía que fuéramos dialécticos, que estuviésemos conscientes de cómo hay que modificar la ideología en confrontación con la realidad. No hemos de ser idealistas...sino dialécticamente materialistas, al menos eso fue lo que me dijeron al estudiar el marxismo.

Por eso, Marx mismo dijo al final de su vida que él... no era marxista. Y el buen Marx de seguro sería el primero en renunciar a medidas económicas (entiéndase bien, no ideas, sino medidas prácticas) que llevan al fracaso según lo hemos constatado en las experiencias del pasado. A la luz de esa experiencia también habrá que modificar, no sólo las medidas, sino nuestro modo de entender el socialismo marxista (digo, si es que alguien todavía se dedica a pensar al modo marxista de verdad y no según unas fórmulas repetidas mecánicamente).

El hecho es que la administración de la compañía de petróleos de Venezuela (Pdvsa) es un caos. Recuerda la administración del banco nacional de Cuba cuando el Ché Guevara fue su presidente. Una cosa es ser un idealista fervoroso y otra, encontrarse con los problemas con que nos confronta la realidad.

Es fácil practicar la demagogia y decir que la crisis económica se debe al imperialismo; otra, abrir los ojos y darse cuenta de que los yanquis no necesitan intervenir, que uno mismo es tan falto de prudencia que provoca los propios problemas. La producción venezolana de petróleo ha bajado y no es por alguna intervención del Norte; es más bien por la misma incompetencia de los administradores. La inflación venezolana se dispara, y no es que haya alguna conspiración que la causa. Todo estudiante de economía de primer año sabe que la manera más directa de desestabilizar la economía es mediante el control de precios. En Venezuela esto se combina con la nacionalización de sectores de la economía. ¿Quién va a querer invertir dinero en una empresa que podría terminar en manos del gobierno? ¿Qué entusiasmo van a tener unos obreros que trabajan para el "inglés", es decir, para el gobierno? Baste pensar en la eficiencia de todos los obreros de los gobiernos latinoamericanos. Baste recordar la "eficiencia" de las fincas colectivas y las fábricas colectivas en Rusia y China.

Venezuela y nuestra América podrían descubrir otra vía para evitar los males del "neocapitalismo", si estuviésemos dispuestos a reconocer la diferencia entre los elementos del sistema capitalista y los elementos de todo sistema económico, sin apellido.

Esta reflexión tomó como punto de partida el siguiente artículo del New York Times:

Chavez’s Takeover Spree - New York Times

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Mandatos bíblicos inaceptables

  Dios guió al pueblo de Israel a la Tierra Prometida y allí les dio todo aquel territorio para que sacaran a todos los habitantes de allí y lo ocuparan y lo cultivaran y lo hicieran suyo. En Norteamérica, más de un cristiano anglosajón vio la toma de posesión de los territorios indios de la misma manera, al modo bíblico. Era la voluntad de Dios. Cuando los habitantes del territorio no se quitaban y resistían había que atacarlos y exterminarlos  por completo (Deuteronomio 2,34; 7,2; 13,16; 20,16; Josué 11,12). Cuando Dios ordena a Saúl que extermine a los amalecitas (1 Samuel 15,9ss) y Saúl no cumple, Dios le retira su favor. Hay otros ejemplos parecidos. Hay otros ejemplos de la destrucción completa de ciudades, además de otras costumbres bárbaras. Hay otras disposiciones repudiables para nosotros. Si entre los vencidos un israelita veía una mujer que le agradaba podía perdonarle la vida y retenerla para sí (Deuteronomio 21,10-13). Más tarde, si ya no le agradaba, podía despe...

Pablo, Marcos y Bernabé

Rafael Sanzio, San Pablo predicando en Atenas El 11 de junio se celebra la fiesta de San Bernabé. Se dice que Pablo pudo evangelizar a los gentiles "a través de la puerta que abrió Bernabé". Luego de su conversión, Pablo vino a Jerusalén, pero no fue bien recibido por los hermanos, que no se fiaban de él por haber sido perseguidor de cristianos. (Hechos 9:26–28) Bernabé fue el que buscó a Pablo y entró en conversación con él, desarrolló amistad con él, y lo trajo a la comunidad de los demás hermanos, consiguiendo que confiaran en él. Pablo, Bernabé y Juan Marcos se fueron juntos en un viaje de evangelización. Pero a mitad de camino Marcos se separó de ellos y se volvió. (Hechos 13:13) Los Hechos de los Apóstoles no dan la razón que hizo que Marcos retornara. Es posible que fuese algo completamente normal y explicable. Pero también pudo ser el resultado de un buen altercado con Pablo, que de seguro era bastante fogoso. En una ocasión más tarde Pablo y Bernabé...

Domingo 2 de Cuaresma, Ciclo C, año 2025

  El tema del evangelio de ese domingo es la transfiguración de Jesús El domingo pasado contemplamos a Jesús como ser humano en este mundo, que fue sometido a las tentaciones igual que nosotros. Fue tentado con el hambre (las necesidades biológicas), el orgullo (necesidades psicológicas) y la tentación de cuestionar o retar a Dios (tentaciones de lógica y teología, como preguntarse si Dios se acuerda de nosotros, cómo es que existe el mal). Esto último se implicó cuando el diablo le dijo que se tirara desde lo alto del templo, que en la Escritura está dispuesto que Dios enviará sus ángeles para protegerlo y Jesús le dijo que no se debe tentar a Dios. En todo eso se implica lo que debe ser la actitud de todo cristiano, que es la que Jesús nos presenta, la de confiar en Dios, en medio de la sobriedad (el manejo juicioso de nuestras necesidades biológicas) y la sencillez de un corazón que no es vanidoso ni engreído. Este domingo contemplamos a Jesús en su divinidad.  Igual que vi...