Cuando los médicos del siglo 18 se equivocaban, siempre habían críticos que decían que se confirmaba así el engaño de la medicina moderna. En nuestros días lo seguidores del naturismo siguen diciendo que la medicina moderna es inferior a la medicina natural.
De la misma manera en las universidades de América Latina se sigue viviendo como si el tiempo no hubiese pasado y se siguen repitiendo las consignas y las ideas de hace treinta años atrás. Ante las dificultades del sistema económico de Estados Unidos y los tropiezos de la globalización, dicen que eso demuestra el fracaso del capitalismo y la verdad del socialismo.
El error está en ver el problema de la economía como engrampado entre los cuernos del dilema entre capitalismo y socialismo. Es un error porque los problemas de la economía no se definen entre capitalismo y socialismo. Es como decir que los problemas de la medicina se definen entre la medicina del siglo 18 y el naturismo.
Siempre será un hecho que uno quiere disfrutar del resultado del sudor y el trabajo de uno. Si uno suda y trabaja y produce en la agricultura o en la fábrica, uno sabe que está produciendo algo que vale y que el que lo produjo es uno mismo. Por eso no tiene sentido regalárselo a otro, sea el patrono capitalista, sea el estado socialista.
Tiene sentido más bien intercambiar el resultado del propio esfuerzo y trabajo por algo que uno necesita o que uno desea. No hay problema sembrar café para vender. No hay problema estar en una fábrica o en un taller para luego vender el resultado de las horas de trabajo.
Uno le puede venderle al estado socialista o venderle al otro capitalista. Si le vende a otro, recibe una compensación. Mientras más uno produce, más rico se hace uno. Pero en el caso del estado socialista… todo estaría bien si uno recibiera a cambio lo que uno espera. Pero eso no se da, como se vio en la Rusia soviética, o en la China de Mao, o en la Cuba de Fidel, o en la Venezuela de Chávez. Pero sí se da en Dinamarca y Noruega y Suecia y otros países del norte de Europa. Allí uno tiene que entregarle al estado la mitad del sueldo, a veces más. Pero recibe a cambio muchos, muchos beneficios.
En Venezuela Chávez expropió terrenos desde hace años. Pero la producción agrícola ha disminuido y miles de hectáreas de terrenos que antes eran productivos ahora están abandonados. La distribución de tierra no ha funcionado. Y es que dondequiera que se ha experimentado con la nacionalización de las empresas, ello ha resultado en el fracaso.
¿Cuál es la diferencia entre Noruega y Cuba? ¿Habría podido China progresar económicamente con el sistema de Mao? Bajo Mao cientos de miles murieron de hambre. En los últimos quince años cientos de miles han salido de la miseria.
¿Qué explica el progreso económico de China y Singapur? ¿Cómo es que África se queda atrás? ¿Cómo es que Argentina era más rica que España y hoy hasta tiene que importar carne porque la producción nacional no es suficiente?
Hace más de una década nos parece tener la respuesta, algo así como las ideas tentativas que tuvieron los médicos del siglo 19 que permitieron el progreso de la medicina. Hace tiempo que nos parece que el progreso económico está atado a dos elementos: la disciplina social que viene con la vida civilizada y el nivel de escolaridad. Los chinos y los noruegos son gente disciplinada. También pueden ser bárbaros, así que no es algo que tenga que ver con que son superiores. Aparte de eso, los chinos y los noruegos tienen una alta tasa de escolaridad.
Es hora de dejarnos de ideologías socialistas y en vez de pretender que todos seamos pobres, busquemos la manera de que seamos más disciplinados y tengamos más entusiasmo por las matemáticas y las ciencias. Es hora de dejar de echarle la culpa a la globalización o al capitalismo o a los yanquis. Es hora de comenzar a trabajar el futuro nosotros mismos.
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