Ayer hubo protestas y arrestados en la Universidad de Notre Dame porque los sacerdotes de la universidad invitaron al Presidente Obama para otorgarle un doctorado honoris causa. Para ellos una universidad católica tiene que seguir la línea dura y cortar el diálogo con los que no profesan los postulados católicos.
Aparte de que en las universidades por naturaleza se debate todo tipo de ideas, la protesta refleja un fanatismo poco cristiano.
Me estuvo curioso que el domingo pasado el sacerdote ignoró las lecturas bíblicas del día para dedicarse a hablar del aborto. Este domingo fui a otra parroquia y sucedió lo mismo: el sacerdote echó a un lado unas lecturas magníficas y se dedicó a hablar del aborto.
Si los católicos que luchan con tanto encono en contra del aborto canalizaran esa misma energía a la predicación del evangelio... Y es que estar en contra del aborto no es lo que realmente define a un cristiano. Lo que define a un cristiano es el amor al prójimo y el amor a Dios.
Los que vociferan en contra de los que favorecen el aborto no están demostrando, ni amor a Dios, ni amor al prójimo.
Es peligroso producir unas definiciones ideales como qué es lo que constituye un aborto y entonces definir quién se adhiere y quién no, a esas definiciones. Y es que nadie cree al pie de la letra lo que cree. Por eso fue tan terrible la persecución de herejes en el pasado. Por eso es tan terrible cuando surgen gobiernos como el de Chávez que obligan a los ciudadanos a creer lo que ellos no saben si creen de verdad o que no tienen claro lo que están creyendo. Nadie cree de la misma manera ni cree exactamente lo mismo. ¿Cuál es la verdadera definición de un estado socialista? Sin embargo, todos reconocemos un gobierno que se parece mucho a una dictadura y no a una democracia, aunque digan que es una democracia.
Ya lo dijo Aristóteles, nuestra idea es por fuerza análoga a la realidad a que se refiere, nunca es idéntica a esa realidad. Reconocemos las esencias por analogía con nuestras ideas. (Le cito a Aristóteles y a Santo Tomás, que en este punto coincidía, claro, porque es el favorito de los fanáticos del catolicismo.)
Aun si se dijera que los fanáticos en contra del aborto lo hacen por amor a Dios y al prójimo, no parece que la manera de ese amor se identifique con la falta de diálogo y comprensión de los que no piensan como uno.
Otra cosa es el criterio del evangelio. En los evangelios Jesús se sentó a comer con los alcahuetas del imperio romano, los terribles publicanos que sangraban al pueblo con los impuestos exagerados y abusivos. Se le veía en los banquetes y con prostitutas en su grupo. Eso es síntoma del amor a Dios y al prójimo, que no condena, sino que viene a buscar las ovejas perdidas y a traerlas al rebaño. El pastor que fue a buscar la oveja perdida no la trajo al rebaño a patadas, sino que se la echó al cuello y caminó con ella.
Los cristianos no pueden ser "duros". Tienen que ser de los "blanditos".
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