Ir al contenido principal

Domingo 12 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

 


En el evangelio de hoy Jesús exhorta a sus discípulos a no sentir miedo porque el Padre los tiene en gran estima

La primera lectura de hoy está tomada del profeta Jeremías 20,10-13. El profeta tiene miedo y menciona que sus mismos amigos traman contra él. Pero "el Señor es mi fuerte defensor: me persiguen, pero tropiezan impotentes." Dios cuida de los suyos y lo protege. Le lectura termina con un canto de alabanza: "Cantad al Señor, alabad al Señor, que libera la vida del pobre de las manos de gente perversa". 

El salmo responsorial. Respondemos con los versos del salmo 68. Igual que el profeta invocamos a Dios en medio de la angustia por los que urden el mal contra nosotros. Pero Dios se acuerda de nosotros y de la misma manera cantamos al final, "el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas".

La segunda lectura está tomada de la carta de san Pablo, Romanos 5,12-15. Por el pecado de Adán se propagó la muerte en todo el género humano. Para anular nuestros pecados Dios nos mandó a su Hijo de manera que por él todos fuéramos liberados del pecado y de la muerte.

Con el canto o antífona interleccional elevamos nuestra alabanza a Dios con las palabras de Juan 15,26b.27a: "El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí -dice el Señor-; y vosotros daréis testimonio". De esta manera se anuncia el contexto de la lectura del evangelio de hoy.

El evangelio de hoy está tomado de Mateo 10, 26-33. Es la continuación de la lectura del evangelio del domingo pasado, cuando Jesús envía sus discípulos a predicar por toda Galilea curando enfermos y exorcizando demonios. En el pasaje de hoy Jesús les anima a que no tengan miedo porque con ellos va el Padre que cuida de ellos de la misma manera que cuida de los pajaritos. Si cuida de los pajaritos que son algo tan insignificante ("¿No se venden un par de gorriones por un céntimo?", les dice), cómo no estará pendiente de ellos. 

****

Los evangelios presentan esta comisión de Jesús de ir a predicar por el mundo como dirigida al grupo de los más allegados a él, los doce apóstoles. 

En la Edad Media se formó la tradición de que los obispos son los sucesores de los apóstoles. Pero el esquema de su misión se transformó y adoptó los modos propios de una sociedad feudal. Se tomó a la manera de una sociedad establecida en jerarquías, de señores y vasallos, de aristócratas y campesinos y plebeyos. Esto tuvo sentido en su contexto, pero oscureció el sentido con que se vivió la fe en las primeras comunidades como lo encontramos en los Hechos de los apóstoles y en el resto del Nuevo Testamento aparte de los evangelios. 

El Concilio Vaticano II propuso una vuelta al cristianismo no monárquico, no feudal, basado en la comunidad local como unidad de fe, como el Reino de Dios con nosotros, como sacramento de Dios en el mundo. El cristianismo no es un paquete de verdades. El diablo también razona y reconoce verdades. La fe no es asentir a unas verdades, sino vivir la relación con Dios, estar en Jesús que es el Camino. Y ese estar en Jesús se da en el seno de la comunidad cristiana como asamblea de los bautizados.

En aquellas asambleas del Nuevo Testamento había "obispos" o administradores; ancianos llamados "presbíteros", que configuraban la junta de directores; diáconos, que eran los secretarios y delegados para la administración de los recursos de la comunidad. En aquellas asambleas las mujeres también cumplían un papel importante y la autoridad de todos los que dirigían la comunidad era una de servicio en colaboración y no de puro enseñorearse de unos sobre otros. Ese es el modelo que se tergiversó con el paso del tiempo al ser adoptado dentro de los esquemas del feudalismo de señores y vasallos, aristócratas y campesinos. 

Así, la Iglesia hoy la vemos, no desde arriba, sino desde abajo. La Iglesia no es una corporación multinacional en que los obispos son los administradores locales de la empresa, que tienen que responderle al CEO, o el Oficial Ejecutivo Superior (el papa). Mucho menos podemos visualizar la Iglesia al modo de una monarquía con unos duques (cardenales) y marqueses (arzobispos) y condes (obispos). Muchos no saben que desde mediados de siglo 20 se eliminaron los escudos de armas para los "jerarcas". La iglesia no es la jerarquía, sino el pueblo de Dios.

De igual manera que la comunidad local se desempeña en colaboración con sus líderes, así también los líderes se desempeñan en una relación de colaboración ("colegialidad") con los obispos y los obispos a su vez igual, con el papa. Algo parecido podemos encontrar también en las iglesias anglicanas. 

Papa Francisco ha invitado a ir por el camino sinodal para que esta nueva visión (que en realidad es una renovación recordando la experiencia de las primeras comunidades) pueda ir calando. 

Desafortunadamente en Estados Unidos y en parte debido a la influencia nefasta (¿diabólica?) de cierta estación de televisión hay una resistencia enconada a ver esto.

Invito a ver mis apuntes para este domingo, del 2020 (pinchar sobre el año). 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pablo, Marcos y Bernabé

Rafael Sanzio, San Pablo predicando en Atenas El 11 de junio se celebra la fiesta de San Bernabé. Se dice que Pablo pudo evangelizar a los gentiles "a través de la puerta que abrió Bernabé". Luego de su conversión, Pablo vino a Jerusalén, pero no fue bien recibido por los hermanos, que no se fiaban de él por haber sido perseguidor de cristianos. (Hechos 9:26–28) Bernabé fue el que buscó a Pablo y entró en conversación con él, desarrolló amistad con él, y lo trajo a la comunidad de los demás hermanos, consiguiendo que confiaran en él. Pablo, Bernabé y Juan Marcos se fueron juntos en un viaje de evangelización. Pero a mitad de camino Marcos se separó de ellos y se volvió. (Hechos 13:13) Los Hechos de los Apóstoles no dan la razón que hizo que Marcos retornara. Es posible que fuese algo completamente normal y explicable. Pero también pudo ser el resultado de un buen altercado con Pablo, que de seguro era bastante fogoso. En una ocasión más tarde Pablo y Bernabé...

Domingo 10 del Tiempo ordinario, Ciclo B

Isaac Van Osten, El paraíso . Adán y Eva están a la distancia, derecha. La primera lectura para este domingo está tomada del libro del Génesis, capítulo 3, versículos 9 al 15. Narra el momento en que Adán y Eva se esconden entre la maleza cuando Dios llega paseándose por el Edén como un hacendado que voltea la finca. Dios los llama y ellos le dicen que tienen miedo a salir porque están desnudos. De inmediato Dios sabe que comieron del fruto prohibido.  El fruto prohibido no fue una manzana, porque en la región de Iraq (donde tradicionalmente se ubica el Edén) no hay manzanas. Eso recuerda la representación de Jesús como un alemán de ojos claros y cabellos rubios. Pero eso no es importante, porque lo importante es el punto del relato. Dios puso una regla y los seres humanos desobedecieron.  Cuando Dios reclama, cada uno se canta inocente. Adán le echa la culpa a Eva; Eva a la serpiente.  De inmediato surgen puntos a meditar. En el Edén no hubo taquígrafo, s...

Domingo 31 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  En el evangelio de hoy vemos lo fundamental para un cristiano: Dios y el prójimo En la primera lectura tomada del Deuteronomio vemos lo fundamental para un judío (y para todo ser humano): «Escucha, Israel: El… Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Estas palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón». En el evangelio de hoy un escriba viene y le pregunta a Jesús cuál es el mandamiento mayor. Jesús le repite las palabras de la primera lectura de hoy: el mandamiento mayor es amar a Dios. Pero además hay un segundo mandamiento, añade Jesús. A lo fundamental que es el amor a Dios, Jesús añade el amor a los demás, citando Levítico 19,18: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Los escribas eran reconocidos por ser muy entendidos en las Escrituras y por eso se les consideraba autoridades y se les consultaba sobre asuntos de la fe, de la misma manera que hoy día los fieles consultan a los párrocos y a los ...