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Mostrando las entradas con la etiqueta pensamiento crítico

Domingo 22, Tiempo Ordinario, ciclo B

Obra original en un  blog  sobre hipocresía; texto traducido en versión mía. La primera lectura para este domingo está tomada del libro del Deuteronomio 4,1-2.6-8. Al final del capítulo anterior, el pueblo de Israel va a cruzar el río Jordán y entrar a los territorios de Canaán.  Los israelitas cruzando el Jordán Dios le reveló a Moisés que no podría pasar con ellos como castigo al pueblo, por haber dudado de Dios en desierto. Moisés se despide del pueblo como un padre que se despide de sus hijos. Ese es el contexto del comienzo del capítulo 4°, que corresponde a la lectura de hoy. Paréntesis Uno puede preguntarse cuál es la lógica de que Moisés sea castigado por pecados que él no cometió. Es que, en la mentalidad de los antiguos, el rey era responsable de los pecados del pueblo, igual que el pueblo también pagaba por los pecados del rey. Está el caso del adulterio del rey David y el asesinato del esposo de su concubina, para después terminar casándose con ella. El pu

DOMINGO 11 DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO B

Pájaro en una rama de árbol de mostaza (1965) por Van Thees Meesters, Holanda La primera lectura para este domingo está tomada del profeta Ezequiel 17,22-24. “Así habla el Señor,” dice Ezequiel, “Yo también tomaré…un gran cedro, cortaré un brote…y lo plantaré en una montaña muy elevada, la montaña más alta de Israel.”  El brote –el esqueje como decían en el campo– representa el “resto de Israel”. Fue lo que quedó después de la invasión de los asirios y los babilonios. Luego de casi cien años muchos de los hijos y nietos de aquellos que fueron llevados allá habían abandonado la identidad hebrea, al modo con que muchos judíos hoy día sólo son judíos de apellido, pero no de convicciones, o de estilo de vida. En el Exilio de Babilonia fueron un pueblo al borde de la extinción, como un árbol que se seca en la espesura de los caldeos.   Pero Dios saca aquel resto de allí, anuncia Ezequiel y lo planta en el monte más alto de Israel para que brote de nuevo. Es la resurrección, el re

La Ascensión y las cosas vistas desde abajo

Es natural. Espontáneamente uno piensa que hay espíritus. Sin razonar mucho uno piensa que uno está en este mundo como un espíritu en un cuerpo. Hasta lo que sé, todas las sociedades, todas las culturas, han planteado la existencia de una dimensión espiritual. Si una mira el mundo “desde arriba”, creyéndose que sabe cómo son los cosas, entonces es cuando de veras uno no se da cuenta de cómo son las cosas. Mirar el mundo desde los dogmas es un modo de estar ciego. Por eso Jesús denunció a los fariseos, por creerse en la verdad, sin pensarlo dos veces.  En los tiempos modernos mirar el mundo en términos “materiales” es también mirar al modo dogmático. Pensar que sólo está la “materia” y del resto, supersticiones, es también una manera de estar ciego.  Para “ver” lo que “hay” es necesario mirar “desde abajo”, conscientes de lo que se supone que haya según lo establecido “desde arriba”. Arriba están los dogmas, las ideas establecidas, que nos pueden cegar a la realidad. Heidegger

LA CARIDAD

Preparando a una mujer para ser apedreada hoy día, por adúltera.  La foto es real, no se trata de una escena de alguna película. Tradicionalmente se habla de la caridad. “Hay que tener caridad,” decían, cuando alguien se molestaba y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa, hasta la venganza. Era como decir, “Hay que soportar el mal”. Cierto, está en los evangelios – la indicación de amar a los enemigos. (Lucas 6,35) Lo que me preocupa: a lo que voy en esta reflexión.  Amando a tu enemigo, deseas que sea un hermano. No amas en ese hombre lo que es, sino eso que tu quieres que sea. Así pues, cuando amas a tu enemigo, amas a un hermano. -San Agustín, Comentario sobre la 1ª carta de San Juan, § 8,10.  El peligro que se corre con esto es lo que Schopenhauer señaló como “espíritu de venganza” que pueden tener algunos de los pobres y minusválidos, los pequeños de alma, los mezquinos.  El cristianismo ha atraído muchos como esos.  Más de un pastor cae en el vicio,

Domingo 33, Tiempo Ordinario, Ciclo C

Primera Lectura Libro de Malaquías 3,19-20. El último de los profetas, que fue parte del ambiente del Bautista y de los discípulos de Jesús, anuncia el Día Final, el fin de los tiempos. Todos los arrogantes y los malvados serán como paja, serán consumidos por el fuego abrasador de Dios. De ellos no quedará raíz ni rama. Pero para los que temen a Dios, que le respetan, brillará el sol de justicia. Se hará justicia y habrá alegría como la de unos terneros que salen brincando al estar bien alimentados. Los malos serán consumidos por el fuego. No hay futuro para ellos. Los buenos se alegrarán al ver que se hace justicia. Los buenos son los que temen a Dios, es decir, que le respetan. Uno puede respetar sin tener que tenerle miedo a la persona que uno respeta. Esa es precisamente la confusión de muchos respecto a sus superiores: confunden el miedo con el respeto. Como los estudiantes cuando no respetan al maestro al que no le tienen miedo. Pero de ellos se entiende, porque so