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Mostrando las entradas con la etiqueta pensamiento crítico

Domingo 2° de Adviento, ciclo C

La primera lectura para este domingo está tomada del libro de Baruc 5,1-9. Se anuncian buenas noticias para el pueblo de Israel, y para nosotros. Le dice Baruc a los israelitas, “Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo”. En cierto modo esta es una continuación de la lectura de Jeremías del domingo anterior. El profeta anuncia que la desgracia del cautiverio babilonio es sólo temporera y que llegará el momento en que Dios los rescatará. Dios no se olvida de su pueblo. Vendrá, llegará. “Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente,” proclama Baruc. Los israelitas vendrán del destierro y de la Dispersión para reunirse en torno a la ciudad de David. Será un día de gozo. Se marcharon encadenados, esclavizados. Ahora vuelven libres, “como llevados en carroza real”.  “Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados, a todas las colinas encumbradas, ha mandado que se llenen los barrancos

Domingo 31, Tiempo Ordinario, ciclo B

La primera lectura para este domingo está tomada del libro del Deuteronomio 6,2-6. Es un texto que todo judío se aprende desde pequeño, el Chema Israel , “Escucha, Israel”.  El pasaje de la lectura de hoy es parte del texto del discurso de despedida de Moisés antes de morir. El pueblo está a punto de cruzar el río Jordán y entrar en la Tierra Prometida, pero Moisés no irá con ellos.  Moisés les subraya el temor de Dios: el respeto a Dios.  Hoy día decimos que hay muchos que confunden el temor con el respeto. Si te tienen miedo, o si necesitan pedirte un favor, te tratan con mucho respeto. De lo contrario te tratan como cualquier cosa. Hay personas que así es como se comportan con Dios. Por otro lado, sabemos que el respeto es un asunto de educación. Un gobernante, un alcalde, un concejal, pueden ser personas despreciables por lo sinvergüenza que son. Un malhechor, un facineroso, un criminal o delincuente, pueden ser personas también despreciables en cuanto a su conducta.

Domingo 30, Tiempo Ordinario, ciclo B

La primera lectura para este domingo está tomada del libro de Jeremías 31,7-9. El pasaje anuncia un gran regocijo porque “El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel”. Dios anuncia que traerá hasta Jerusalén a los israelitas dispersos, “os congregaré de los confines de la tierra”. Es el retorno de los que fueron llevados al cautiverio de los asirios y babilonios, lejos de su patria. Ahora pueden volver, como una gran multitud que inunda los caminos. Fueron arrastrados como ganado, “Se marcharon llorando,” pero ahora, “los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán”. Volverán, sí, como una vez también vagaron por el desierto antes de llegar a la Tierra Prometida. Ahora también volverán, del país del norte.  En la multitud vendrán todos, aun los enfermos, los cojos, los ciegos, las preñadas y paridas. Dios anuncia por boca de Jeremías, “…los guiaré entre consuelos… Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito”. Comentario breve

Domingo 27

La primera lectura para este domingo está tomada del libro del Génesis 2,18-24. Narra la creación de los animales de la tierra, luego de que Dios hubiese creado al primer hombre. Dios le da la oportunidad al primer hombre de ponerle el nombre a cada animal. Pero el primer hombre sigue sintiéndose solo, que fue la razón para que Dios creara los animales terrestres.  Entonces la narración cuenta cómo Dios creó a la primera mujer. Le provoca un letargo al primer hombre y le saca una costilla y la trabaja hasta formar y hacer una mujer. El hombre se alegra y dice que ella sí es hueso de sus huesos y carne de su carne. “Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre,” añade. La narración termina con una especie de pronunciamiento: “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.” Así se anuncia el tema principal del evangelio de hoy, el matrimonio.  Observaciones sobre la primera lectura Es de notar las tantas ca