El tema de este domingo es la pesca milagrosa. En el evangelio de hoy pareciera que Jesús le pide prestado el bote a Simón Pedro para poder predicarle a la multitud desde un punto que todos lo vieran. Es posible que esa fue la primera vez que se conocieron. Al terminar la predicación Jesús le pide a Pedro que salgan a pescar y Pedro se resiste, pero al final accede con un "Ya que tú lo dices…" --como con escepticismo. Cuando se da el milagro de la inmensa pesca entonces Pedro se arrodilla y se confiesa pecador. Los estudiosos señalan que esto también es ya una confesión de reconocer en Jesús alguien especial, como una manifestación de Dios mismo. La Biblia de Jerusalén remite a Éxodo 33,20. Desde toda la eternidad Dios escogió a los apóstoles, igual que nos escogió a cada uno de nosotros para invitarnos a la fe y al Reino. La invitación de Dios es a todos, a todo el género humano. No es que alguien es mejor que otro. Todos hemos sido llamados para ser su amigo y permitirle
Carlos Ramos Mattei