Las lecturas de este domingo nos presentan la vocación del cristiano: ser luz del mundo Ya desde la primera lectura (Isaías 58, 7-10) se nos exhorta por boca del profeta: "Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora". Más adelante, repite: "…cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía". Nótese que ya siglos antes de Jesús la fe judía reconocía (por boca de profetas como Isaías, entre otros) que la fe se vive. La fe es una vivencia, más que una doctrina. Puedes vivir obsesionado con el tema del aborto y eso no te hace un buen cristiano. Es lo que Jesús vino a confirmar, como lo veremos en los evangelios. Este tema lo encontramos de nuevo en el salmo interleccional (salmo 111,4-5.6-7.8a.9 ) : "En las tinieblas brilla como una luz el que es justo
Carlos Ramos Mattei