Esta noticia se me había quedado en el tintero: el 14 de agosto 2008 salió la noticia de un grupo de ecologistas italianos que le solicitaron públicamente al Papa que renunciara a las vestimentas con armiño. Aquí, una foto de SS Benedicto XVI con su gorro ribeteado de armiño y no pierdo la oportunidad de mostrar la pintura de Da Vinci, "Dama con armiño", que me parece bella.
Benedicto XVI también resucitó la muceta ribeteada con armiño, que se había abandonado luego de la muerte de SS Juan XXIII, en el espíritu del Concilio Vaticano II. Aquí, una foto con ella puesta: es la pieza que le cubre los hombros hasta la mitad del torso.
El Papa parece demostrar desconocimiento del espíritu de los tiempos que inauguró el Concilio y uno diría que quisiera volver a los tiempos en que era más importante la corrección o elegancia en el vestir, que la predicación del evangelio. Están los que confunden la santidad con el hábito del monje. Si de simbolizar la santidad con un "uniforme" se trata, mejor es que los monjes vistan de camisas sencillas y pantalones oscuros, como los benedictinos. Véase la foto de P. Oscar, abad de Humacao. Los obispos y papas tendrían que hacer su adaptación también.
Ciertamente hay que ser consecuente con la denuncia de los pecados capitales de nuestro tiempo, los pecados contra el ambiente y la naturaleza.
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