En los últimos meses ha salido a la luz pública un estudio del John Jay College de Justicia Criminal sobre el abuso sexual de menores por parte de clérigos de la Iglesia Católica. Las conclusiones aclaran una serie de puntos con evidencia empírica, incontrovertible.
--No es cierto que haya una correlación entre el homosexualismo y los actos de abuso sexual de los clérigos. No hay ninguna relación entre la orientación sexual de los curas culpables y sus delitos.
--Los abusos fueron cosa seria. No fue simplemente un “toqueteo”, sino que fue un abuso sexual de las víctimas con todas las de la ley.
--El efecto en las víctimas fue devastador. La inocencia de niños y niñas fue traicionada por personas que ellos veían como sagradas y de confianza, los sacerdotes victimarios.
--El estudio habla de los sacerdotes “pedófilos”, los “efebófilos”, los “generalistas”. Los pedófilos gustaban de hacer víctimas de los menores de edad. Los efebófilos gustaban de los jóvenes ya en la pubertad y los generalistas aprovechaban cualquier oportunidad con cualquiera.
A lo anterior habría que añadir: es una excusa ilógica decir que en todas las profesiones se da el abuso sexual y los desviados sexuales. Eso es cierto, pero no excusa. Es como decir que en todas las profesiones hay criminales y por eso no hay que darle tanto peso al hecho de que hayamos descubierto curas criminales.
Es un hecho también que constituye un escándalo, el que los eclesiásticos se han preocupado más por defender la imagen de la Iglesia, antes que mostrar indignación y terror por la conducta de unos sacerdotes hacia sus víctimas inocentes. No se ha expresado simpatía por la experiencia horripilante de niños y niñas que sufrieron el desengaño y fueron víctimas a manos de las personas que consideraban más sagradas y de mayor confianza. No basta con decir que los sacerdotes también son humanos.
No tiene sentido decir que la prensa mundial tiene una agenda contra la Iglesia cuando destaca lo sucedido. El estudio de la Universidad de John Jay fue comisionado por los mismos obispos norteamericanos.
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