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Fiesta de la Candelaria, la Presentación del Señor en el templo, 2 de febrero 2020

Virgen de la Candelaria, Museo de Arte de Ponce

Este año la fiesta de la Virgen de la Candelaria coincide con este domingo. El título de la fiesta es el de la Presentación del Niño Jesús en el templo. 
Según el Éxodo 13,2 todo primogénito había que ofrecérselo a Yahvé. Esto quizás derivaba de alguna costumbre antiquísima de sacrificar el primer hijo, algo que posiblemente se dio en muchas sociedades primitivas. Es posible que la idea fuese (Wikipedia) de que mientras más importante o estimado fuese el sacrificio, mayor la muestra de devoción. 
También es posible que el sacrificio implicase canibalismo. De ahí que aparece el rechazo a la práctica, incluso en Israel. Hay varios lugares del Antiguo Testamento donde se condena la práctica. Entonces surgió esta disposición: (1) todo primogénito le pertenece a Yahvé, cierto; (2) uno puede rescatarlo al sustituirlo con animales, que también eran muy importantes para los oferentes (Éxodo 13,3). Es lo que ilustraría la narración del sacrificio de Isaac (Génesis 22,2ss).
En sustitución por el hijo primogénito se ofrecía una res (de seguro un ternero, digo yo), pero si los que ofrecían eran pobres, podían ofrecer par de pichones, «uno como sacrificio por el pecado y otro en holocausto» (Levítico 5,7). 
Forzosamente esto tenía que hacerse treinta y tres días después del nacimiento del niño. Antes de eso la mujer, la madre, era impura y no podía pisar el templo. En libro del Levítico 12,2-4 se establece esta obligación de la Ley.
Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará impura durante siete días; será impura como en el tiempo de sus reglas. 
Al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio; pero ella permanecerá todavía treinta y tres días purificándose de su sangre. No tocará ninguna cosa santa ni irá al santuario hasta cumplirse los días de su purificación.
Quién sabe si de aquí deriva la costumbre que había antes, de que las recién paridas debían guardar cama durante un mes, alimentándose de caldo de pollo. Si contamos treinta y tres días hacia atrás, confirmaremos que es la fecha del 25 de diciembre, cuando celebramos el nacimiento del Niño Jesús. 
En las iglesias de Oriente esta fiesta cierra el ciclo de Navidad, algo así como nuestra celebración de las fiestas de la calle San Sebastián. En Estados Unidos algunos celebran el 2 de febrero como «Groundhog Day», el día de la marmota. Supuestamente las marmotas salen de sus madrigueras y si ven su propia sombra (porque el día está claro) vuelven a encuevarse porque todavía quedan seis semanas de invierno. Si por el contrario el día está nublado, entonces la primavera llegará temprano, se adelantará.
Virgen de la Candelaria, Tenerife, Islas Canarias
Es que, igual que otras fiestas, el 2 de febrero también está asociado a nociones típicas de los agricultores, el año solar, y los festivales paganos. Que se recuerde la obligación levítica que supuestamente la Virgen cumplió no necesariamente va asociado al que ella sea representada en esta advocación con un cirio encendido, ni que necesariamente esté relacionado a la procesiones con cirios encendidos. Es que anteriormente hubo una Fiesta de las luces, como invocando la llegada de la primavera, la llegada de la luz, del Sol, de la divinidad que viniese a resucitar la naturaleza.
Dentro de este calendario cristiano anual vemos que se cristianizaron estos momentos del "día solar". La medianoche del día-año solar corresponde al 21 de diciembre; al 21 de marzo corresponde el amanecer del día solar. En vez de adorar al Sol, adoremos a Cristo, luz del mundo. El Niño fue llevado al templo e iluminó con su luz el templo, por lo que Simeón el sacerdote levita prorrumpió a cantar, "…Mis ojos han visto tu salvación, Señor, luz que ilumina a los pueblos y gloria de tu pueblo Israel" (Lucas 22, 32). Efectivamente, alrededor del 21 de marzo comenzará la primavera y estaremos celebrando la Pascua de Resurrección. 
Virgen de la Candelaria, talla puertorriqueña,
Smithsonian, Colección Teodoro Vidal
En Puerto Rico no es tan fácil visualizar todo esto, que es más propio de los países más al norte del Trópico de Cáncer. La devoción a la Virgen de la Candelaria quizás deriva del hecho que nos llegaron muchos inmigrantes de la Islas Canarias en el siglo 19. La Virgen de la Candelaria es la patrona de Tenerife. Tanto la catedral de Mayaguez, como la iglesia del pueblo de Lajas, están dedicadas a esta advocación. También las iglesias de Coamo y Manatí le están dedicadas.
Y como tantas costumbres y tradiciones uno las celebra sin estar muy seguro de qué se trata. Es el caso de las fiestas patronales que se paganizaron a medida que se olvidó el contexto original de la celebración. Un buen ejemplo ha sido la Fiesta de los Santos Inocentes en Hatillo, que hace décadas que se pasan de la raya con el desorden que se forma. 
El cristiano de la sociedad industrial avanzada puede seguir celebrando estos festivales agrícolas volviendo a cristianizarlos. De ahí que en las parroquias sea importante el comité de liturgia, para ambientar estas ocasiones con banderas y banderines, música apropiada y cosas parecidas. En cuaresma, que ya llega pronto, se pueden organizar paraliturgias con diversos temas parecidos: fuego, agua, tierra, aire.



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