En el evangelio de hoy encontramos la parábola de la viuda insistente y el juez corrupto. La primera lectura para este domingo nos presenta a Moisés y la batalla contra los amalecitas. Mientras Moisés mantenía sus brazos en alto, los israelitas ganaban. Si Moisés bajaba los brazos, los israelitas comenzaban a perder. Entonces vienen dos a ayudarlo para que Moisés pueda seguir sosteniendo los brazos en alto. Eso es como hacer trampa. También es una manera supersticiosa de pensar: si hacemos el encantamiento, se producen los resultados "supernaturales". Dios está a las órdenes de nosotros, nos favorece si nosotros cumplimos lo que él exige. Esto anuncia lo que encontraremos en el evangelio. Nuestras mentes limitadas no pueden pretender entender la mente de Dios, mucho menos podemos pretender juzgarlo. En la lectura del evangelio de hoy Jesús presenta el caso de la viuda impertinente ante el juez corrupto. En aquella época –y también hoy día– las viuda
Carlos Ramos Mattei