Charles de Foucauld San Francisco Javier, de Rubens En época de la colonización estaba claro (pensaban ellos) quién era un ignorante salvaje y quién era un civilizado. Del lado de acá, los europeos. Del lado de allá, los que todavía estaban en la edad de piedra y salían a combatir con macanas. Del lado de allá, los que hacían sacrificios humanos a los dioses, sacándole el corazón palpitante a una víctima todavía viva, abriéndole el pecho con un cuchillo de piedra. En otros lugares encontraban a las jaurías de niños sucios, mocosos y semidesnudos corriendo por el bosque. Más adentro en la espesura los había completamente desnudos con pinturas por todo el cuerpo. Estaba claro: había que civilizarlos, darles la cultura europea. Hacerlo era un acto verdaderamente cristiano, evangelizador. Europa y el catolicismo eran la vanguardia de la humanidad. San Francisco Javier, dicen, llegó a pasar días enteros bautizando. Ya con eso le garantizaba el cielo
Carlos Ramos Mattei