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Domingo 5º de Pascua, Ciclo A

Primera lectura La primera lectura está tomada del libro de los Hechos de los apóstoles 6,1-7. Ante las necesidades de la comunidad, sobre todo los huérfanos y las viudas, los apóstoles deciden nombrar a siete diáconos que sean los encargados de atenderlos.  Notemos que el propósito principal de los diáconos será atender las necesidades materiales de la comunidad, no tanto las espirituales. Hasta varios siglos después todavía los diáconos fungían de secretarios y administradores para los obispos. En los primeros tiempos la administración de los sacramentos no parece haber sido algo tan legalmente definido como lo fue después. Originalmente las comunidades tenían varios ministerios, oficios, carismas, como vemos en I Corintios 12,28; Efesios 4,11. Como no eran tantos, las primeras comunidades seguían el patrón de las sinagogas judías: unos «ancianos» (gente respetada por la comunidad, sin tomar en cuenta la edad necesariamente) y el «obispo», o encargado. Originalmente el

Domingo 4º de Pascua, Ciclo A

Tradicionalmente este domingo lleva como tema a Jesús, el Buen Pastor Primera lectura La primera lectura de hoy está tomada del libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 2,14a.36-41. Es un pasaje que forma parte del discurso de Pedro a la gente el día de Pentecostés. La gente pensó que los apóstoles estaban borrachos porque hablaban en lenguas y entonces Pedro les aclaró lo que estaba sucediendo. En el discurso de Pedro que nos presenta el autor del libro encontramos una expresión de la fe de los primeros cristianos. Jesús, quien fuera crucificado, ahora Dios lo ha constituido Señor y Mesías, les dice Pedro. «Qué hacer,» le preguntaron. «Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos.»  Salmo responsorial Reaccionamos a la lectura con los versos d

Tercer domingo de Pascua, Ciclo A

¡Resucitemos con él! Así se nos dice en diversas ocasiones en este tiempo pascual. Aprovecho para recomendar una versión en YouTube de la secuencia pascual, oprimir aquí  (al principio aparecerán anuncios). Pero en realidad, ya hemos resucitado con él. La mayoría de nosotros no nos dimos cuenta. Fue en el bautismo, el equivalente de la circuncisión judía. Mediante el bautismo fuimos incorporados al pueblo santo de Dios.  Claro, nuestra salvación no es algo mágico. El mago pronuncia un encantamiento y ¡zas!, se produce el milagro. Ya somos cristianos.  Esa era la mentalidad medieval, la mentalidad legalista que heredamos de los tiempos del Renacimiento. Por eso en España siempre quedaba la duda, cuando un judío se bautizaba por aquellos tiempos. Por eso cristianos, cristianos de verdad, son los que se han encontrado con Cristo. Karl Rahner, el teólogo alemán, llegó a decir que en el futuro –hablaba de ahora, de nosotros– los verdaderos cristianos serían místicos. Pero un místico

Segundo domingo de Pascua, Ciclo A

Imaginemos por un momento que Jesús hubiese sido acusado y procesado hoy día. Imaginemos que hubiese sido ejecutado en la silla eléctrica.  Es decir, imaginemos que el símbolo de nuestra fe no fuese una cruz, sino una silla eléctrica. Pero eso en sí no importa. Lo importante no es que murió, ni cómo murió. Pongámonos en la posición de los primeros cristianos.  Francis Bacon, Estudio del Inocencio X, de Velázquez Digamos que a Jesús lo ejecutaron, lo electrocutaron, el año pasado para estas fechas.  ¿Cuál será el sentido de nuestra celebración de Jueves Santo, de Viernes Santo? ¿Vamos a enfocarnos en la humillación y el sufrimiento de un campeón derrotado? ¿Vamos a pasarnos el Viernes Santo concentrándonos en contemplar la silla eléctrica en que lo mataron? Miremos como miraron los primeros cristianos. ¿Qué vieron? ¿Un hombre retorcido de dolor? No, claro que no.  Notar que la representación de la santa cruz no aparece hasta época constantiniana, unos trescientos oche

Domingo de resurrección, Año 2020

Hoy, domingo de resurrección, encontré una música muy apropiada. Ojalá nuestros compositores cristianos en el mundo hispano sacaran cánticos así. Lo comparto con los amigos, aunque son en inglés:  12m.html . Remito a mis amigos a mi vídeo-reflexión en YouTube, puesto allí un tiempo atrás: https://www.youtube.com/watch?v=Et8Kr1Ohw2w . También remito a mis ensayos de años anteriores (cliquear): el 2016 , 2015 . Todo esto lo presento en el espíritu de este Blog: no me mires a mí, mira en la dirección a que apunto. Es un compartir "acá abajo", no un discurso "desde arriba".

Domingo de Ramos, Ciclo A

La entrada a Jerusalén Hoy conmemoramos la entrada de Jesús a Jerusalén. Representa una afirmación de que estamos en los tiempos mesiánicos.  Es lo que Jesús se la pasó diciendo:  el Reino de los cielos, el Reino de Dios ha llegado (Mateo 12,28, por ejemplo).  «Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.» (Mateo 6,33) Los profetas habían anunciado la llegada del Mesías, el Salvador. «Mirad que Yahveh hace oír hasta los confines de la tierra: "Decid a la hija de Sión: Mira que viene tu salvación; mira, su salario le acompaña, y su paga le precede». (Isaías 62.11) «¡Exulta sin freno, hija de Sión, grita de alegría, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu rey: justo él y victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino, cría de asna.» (Zacarías 9,9) «No se irá de Judá el báculo, el bastón de mando de entre tus piernas. hasta tanto que se le traiga el tributo y a quien rindan homenaje las naciones; [Judá,] el

5º Domingo de cuaresma, Ciclo A

El tema para este domingo es la resurrección de los muertos. El evangelio narra la resurrección de Lázaro, el hermano de Marta y María.  A continuación, presento primero mis comentarios y luego, el resumen de las lecturas del día. Además, el lector puede ver la versión en YouTube . Comentario La resurrección de los muertos era una señal clara de la llegada del Reino.  Cuando Jesús muere en la cruz, el evangelista nos dice que «Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos». (Mateo 27,52-53) De todos modos la muerte en cruz de Nuestro Señor tuvo que ser un golpe fuerte para los discípulos. Su fe debió flaquear, naturalmente. Pero pronto supieron de su misma resurrección y entendieron mejor que estaban en los últimos tiempos, ciertamente.  Ahora, que han pasado dos milenios y que hace tiempo que no parece que estemos en el fin