Primera lectura La primera lectura está tomada del libro de los Hechos de los apóstoles 6,1-7. Ante las necesidades de la comunidad, sobre todo los huérfanos y las viudas, los apóstoles deciden nombrar a siete diáconos que sean los encargados de atenderlos. Notemos que el propósito principal de los diáconos será atender las necesidades materiales de la comunidad, no tanto las espirituales. Hasta varios siglos después todavía los diáconos fungían de secretarios y administradores para los obispos. En los primeros tiempos la administración de los sacramentos no parece haber sido algo tan legalmente definido como lo fue después. Originalmente las comunidades tenían varios ministerios, oficios, carismas, como vemos en I Corintios 12,28; Efesios 4,11. Como no eran tantos, las primeras comunidades seguían el patrón de las sinagogas judías: unos «ancianos» (gente respetada por la comunidad, sin tomar en cuenta la edad necesariamente) y el «obispo», o encargado. Originalmente el
Carlos Ramos Mattei