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Domingo 33 del Tiempo Ordinario, Ciclo C

En el evangelio de hoy Jesús anuncia la destrucción del Templo Ya llegando al final del año litúrgico, encontramos el tema de los últimos tiempos. Sólo que este tema se presenta de manera indirecta. La destrucción del templo sería un preludio a la conflagración final.  Invito a ver mis apuntes sobre las lecturas de este domingo, del 2016 (pinchar sobre el año).  Un ejemplo de la tergiversación del sentido cristiano en la iglesia católica franquista española lo vi en la prensa católica local cuando esta semana se habló de "la Obra" como algo que todos los lectores entenderían. Es como si el catolicismo fuese solamente para los iniciados. Aparte de destacar "la Obra", fue sintomático de una confusión entre las apariencias y la sustancia (el hábito no hace al monje).  También fue sintomático de la presencia de "la Obra" en Puerto Rico. Esto que apunto no lo propongo en sentido de adversario, sino en sentido de diálogo encaminado a dejar que el Espíritu nos m

Domingo 32 del Tiempo Ordinario, Ciclo C

  El tema de este domingo es nuestra esperanza en la resurrección En la primera lectura encontramos una madre con siete hijos. Llevados ante el tribunal pagano, prefieren ser martirizados antes que adorar ídolos (comer la carne ofrecida a los ídolos fue también un modo de intentar persuadir a los cristianos). Si no hay resurrección, qué más da: mejor seguir vivo de rodillas, que morir de pie. Mejor comer de la fruta prohibida, si de todos modos sólo existe el momento presente. Pero si hay resurrección, entonces Dios premia, y Dios castiga.  Esperamos que nuestra fe en la resurrección no sea en vano. En el evangelio de hoy Jesús habla de "…los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos". Nuestra firme convicción en la resurrección no es una esperanza egoísta. Está fundada en el amor. Dios es amor y ese amor se manifiesta en nuestro amor por los que nos rodean y por los que pareciera que no merecen nuestro amor. Porque D

Domingo 31 del Tiempo Ordinario, Ciclo C

El evangelio de hoy nos presenta la conversión de Zaqueo, el publicano.  Jesús dice al final del evangelio, "El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido". Ya al final del año litúrgico, las lecturas de los domingos acentúan el tema de la urgencia propia del final de los tiempos.  Si nos dijeran que tenemos sólo tres meses más de vida, todos los elementos de nuestra vida se reorganizan, se reubican. Lo que era importante antes, entonces pasa a segundo plano. Otras cosas se vuelven importantes. Es como el agua en el desierto y el agua en la vida diaria. O quizás, como el agua cuando Acueductos deja de proveerla después del huracán. Lo que antes no llamaba la atención (abrir el grifo y ya) entonces se nota por su ausencia.  Cuando uno se va a morir el dinero ya no es importante. Por eso Zaqueo, que fue un sinvergüenza corrupto toda su vida, ahora se levanta en medio del banquete y le dice a Jesús, "Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a l

Domingo 30 del Tiempo Ordinario, Ciclo C

  En el evangelio de hoy encontramos la parábola del fariseo y el publicano. Es interesante encontrarse con líderes de iglesias que se sienten superiores a las claras. Los hay que necesitan que los demás se confiesen pecadores para ellos sentirse bien. Los peores son los que buscan manipular a los feligreses para sentir el placer de someterlos y rebajarlos. Es algo triste. Esa mentalidad de tener un acceso privilegiado a la verdad y sentirse superior a los demás en su propia intimidad es lo que define la actitud farisaica. Lo encontramos tanto en la religión, como en los movimientos sociales y políticos. Más de uno se siente mesías.  No es que Jesús nos invite a rebajarnos y a sentir rencor hacia los que no se rebajan como nosotros.  Una cosa es el orgullo y otra cosa es el sano amor propio, la sana autoestima. El que confía en Dios y encuentra a Dios en el amor al prójimo, no tiene motivo para alardear, ni para proclamarse especial. ¿Quién puede decir que no ha pecado? Pero, ¿cómo no

Domingo 29 del Tiempo Ordinario, Ciclo C

  La lectura del evangelio de hoy continúa con el tema de la fe de los últimos domingos En el evangelio de hoy tenemos el caso de una viuda cuyo reclamo ante un juez corrupto cae en oídos sordos. La viuda sabe que su reclamo es justo, pero el juez sólo decide a favor de los que le pagan por debajo de la mesa, lo que en México, por ejemplo, llaman "la mordida".  Con todo, la viuda insiste, insiste, vuelve a insistir. Su reclamo es justo y tiene fe en sí misma y en que el juez tiene que reconocer la justicia de su causa. Eventualmente el juez, para quitársela de encima, termina concediendo su petición.  En esta parábola Jesús presenta el modelo del tipo de fe que espera. Es una fe que persevera y que no se deja vencer por las contrariedades. "Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?", dice al final del evangelio de hoy.  Invito a ver mis apuntes del año 2019  y del año 2016 .

Domingo 28, Tiempo ordinario, Ciclo C

  El evangelio de hoy continúa con el tema de la fe El evangelio de hoy sigue la lectura continua con el evangelio del domingo pasado, cuando Jesús nos exhortó a tener una fe que mueve montañas.  En la primera lectura vemos al sirio Naamán, al que el profeta Eliseo mandó a bañarse en el Jordán para curar su lepra. Visto el asunto desde la mente del sirio, aquí estaba un supuesto vidente que en vez de hacerle un "trabajo" lo manda a bañarse en un río cualquiera. Como si en Siria no hubiesen ríos más grandes y más bonitos.  En el evangelio pasa algo parecido. Unos leprosos piden a Jesús que los cure y Jesús de lejos les grita que vayan a presentarse al sacerdote, que los encontraría curados.  Según la Ley un leproso que se curase tenía que ir al sacerdote para que lo reconociera como limpio, curado. Ir a presentarse a los sacerdotes implicaba viajar a Jerusalén, asunto de al menos un día, quizás más. Implicaba creerse limpio, de salida. El evangelio subraya que sólo uno volvió

Domingo 27, Tiempo Ordinario, Ciclo C

  El tema de hoy es la fe en Dios, fe en Jesús Jesús en el evangelio de hoy nos dice que si tuviésemos fe, aunque fuese una fe tan pequeña como un granito de mostaza, podríamos hasta ordenarle a un árbol de morera arrancarse y plantarse en el mar y sucedería.  También nos dice Jesús en el evangelio que no basta con cumplir nuestro deber. Si sólo cumplimos con nuestros deberes de cristianos, "cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”". Esto es lo que hacían los fariseos y Jesús ataca esa actitud, igual que en otros lugares de los evangelios. Decir que uno cumple con los mandamientos y con las reglas y el catecismo y pensar que con eso basta para sentirse justificado es lo que hacían los fariseos.  "Ama y haz lo que quieras," dijo San Agustín. El que tiene fe es como el que ama a su novia o a su esposa. Nadie le dice la novia, "Ya cumplí con mi obligación contigo, ahora me voy a lo mío