En el evangelio de hoy Jesús anuncia la destrucción del Templo
Ya llegando al final del año litúrgico, encontramos el tema de los últimos tiempos. Sólo que este tema se presenta de manera indirecta. La destrucción del templo sería un preludio a la conflagración final.
Invito a ver mis apuntes sobre las lecturas de este domingo, del 2016 (pinchar sobre el año).
Un ejemplo de la tergiversación del sentido cristiano en la iglesia católica franquista española lo vi en la prensa católica local cuando esta semana se habló de "la Obra" como algo que todos los lectores entenderían. Es como si el catolicismo fuese solamente para los iniciados.
Aparte de destacar "la Obra", fue sintomático de una confusión entre las apariencias y la sustancia (el hábito no hace al monje).
También fue sintomático de la presencia de "la Obra" en Puerto Rico. Esto que apunto no lo propongo en sentido de adversario, sino en sentido de diálogo encaminado a dejar que el Espíritu nos muestre el camino de la pastoral en nuestros días, una pastoral liberada del clericalismo (igual puede decirse del clericalismo en las iglesias separadas).
Un síntoma de que hay una resistencia agresiva a las propuestas de una renovación pastoral se nota en el hecho de que la iglesia católica local no ha asumido la responsabilidad del camino sinodal propuesto por el papa Francisco.
Dios guíe nuestros pasos.
Mis apuntes del 2019 con motivo de este domingo propone (en ánimo de diálogo, sin pretender que yo tenga la verdad agarrada por el rabo) un cristianismo -un catolicismo- más a tono con lo que requiere la pastoral de nuestro tiempo.
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