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Domingo 2° del Tiempo Ordinario, Ciclo A

 En el evangelio de hoy el Bautista anuncia a Jesús como el Mesías La primera lectura de hoy corresponde a Isaías 49,3.5-6. «Me dijo el Señor: “Tú eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré”» .  Dios anuncia por boca del profeta la restauración del reino de Israel que desde el 720 antes de Cristo había desaparecido. Los primeros cristianos vieron en anuncios como este la profecía del Mesías que vendría a poner todo en orden con la restauración de Israel. Eran profecías que anticipaban la persona de Jesús. Dios formó a Jesús desde el vientre para que fuese el que reuniera a los israelitas dispersos, trayéndolos del exilio, como se anuncia en este texto de Isaías. Más aun, dice Dios en el texto, «Es poco que seas mi siervo para…traer de vuelta a los supervivientes de Israel. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».  Jesús será —es— el Mesías, el Enviado que viene, que vino, para anunciar la Salvación a todas las naciones.  El

Solemnidad del Bautismo del Señor

  Este domingo reitera, repite, reafirma el tema de la Epifanía, de la revelación de Jesús como Dios con cuerpo humano entre nosotros. Tradicionalmente es una celebración que se reitera o desdobla en tres episodios de los evangelios: las bodas de Caná en que Jesús dijo algo así como "que siga la fiesta" y al convertir el agua en vino nos dejó saber quién era; la adoración de los Magos que de todas las naciones vinieron a reconocerle como el Enviado; el bautismo en el Jordán en que se oyó la voz diciendo "Este es mi hijo amado". En la ilustración se incluyen las citas de los evangelios: "Con esto dio Jesús inicio a los signos [de su misión]" (Juan 2,11); "Al ver la estrella se llenaron de alegría" (Mateo 2,10); "Fue bautizado por Juan" (Marcos 1,9).  Invito a ver mis apuntes del 2020 , igual que los del 2008 . 

Epifanía 2023

  Con la epifanía celebramos la adoración de los Magos. El ciclo de Navidad —25 de diciembre, Año Nuevo, 6 de enero, la Candelaria del 2 de febrero— gira todo en torno al símbolo de la luz que ilumina las tinieblas en el hecho concreto de Jesús, Dios revelado a nosotros en el niño nacido de María, Santa Madre de Dios. En el niño adoramos con los Magos y los pastores a Dios con nosotros, Dios entre nosotros en materialidad humana.  El origen de este ciclo deriva del hecho astronómico de la medianoche del año solar, cuando se da la noche más larga del año. Desde tiempos remotos, desde unos diez mil años atrás, nos podemos imaginar a nuestros antepasados que notaban el alargar de las noches y el acortar de las horas del día, desde finales del verano. Todos los años se sentirían en peligro. Las noches se hacían cada vez más largas. ¿Y si esta vez sí que desaparecía la luz y sobrevenía una oscuridad eterna? Está el caso de los aztecas que hacían sacrificios humanos con tal de que no termin

Solemnidad de María, Madre de Dios, Ciclo A, año 2023

  Wikimedia Commons: Madonna del altar mayor de Blauberen El día primero del Año Nuevo reiteramos la celebración del nacimiento de Jesús, Dios hecho individuo humano; Dios y hombre verdadero.  Al mirar a María, Madre de Dios, en realidad miramos las maravillas que Dios hace con nosotros y con toda la creación. María es el modelo de todos nosotros, predestinados a ser santos como Dios nuestro padre es santo. Si Jesús es el camino al Padre, María nos muestra ese camino al mostrarnos a Jesús.  La definición de Jesús como Dios y humano en una sola realidad es algo que encontramos en los evangelios desde los primeros tiempos, desde la predicación original de los discípulos, de los primeros cristianos. El título de "Hijo de Dios" ya aparece desde el comienzo del evangelio de Mateo: "Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abra­ham" (Mateo 1,1). Más adelante, cuando Jesús fue bautizado en el Jordán se oyó una voz del cielo: "Este es mi Hijo amado,

Los santos inocentes

  (Ilustración:  El actuar del cristiano - Ciudad Redonda ) De un tiempo a esta parte (digamos en las últimas décadas) los obsesionados con el tema del aborto han hecho del 27 de diciembre su especie de fiesta anual. La utilizan para hablar de los cientos de bebés víctimas del aborto. Propongo que una cosa es la seriedad e importancia de ese tema y otra la obsesión con la denuncia del aborto.  Para mí hay un tema aun más importante que el asesinato físico de seres humanos. Un asesinato siempre es un crimen. Pero hay crímenes de más peso y hay crímenes de menor peso. Unos crímenes son más criminales que otros.  Pasa lo que con el homicidio. No todos los homicidios son asesinatos culpables, como en el caso del que mata en defensa propia, o el soldado que va a la guerra.  Sucede que a veces los más feroces en denunciar el aborto son los más grandes partidarios de la pena de muerte. Al menos reconocen que no todos los homicidios son iguales. Para mí es más importante lo que Jesús mencionó

Navidad 2022

  A mediados del siglo 20 el teólogo Reinhold Niebuhr propuso en un ensayo la reflexión de cómo Dios se hizo humano como un niño débil e impotente, indefenso, vulnerable. Siendo Dios pudo venir al modo descrito de la Segunda Venida: montado sobre las nubes con poder y majestad. Pero no lo hizo así. Dios optó nacer en un pesebre.  Dios en Jesús se hizo diálogo con nosotros. Lo hizo presentándose débil. Lo hizo presentándose igual que el común de nosotros, hombres y mujeres incapaces de ser héroes titánicos. No solamente somos débiles, tampoco entendemos bien esta realidad en que habitamos. Dios vino a compartir y a departir con nosotros sobre el mismo plano de nuestra realidad. Al dialogar uno deja de creerse o presentarse con la verdad en la mano. Uno suprime lo que uno sabe, o cree saber, y baja al terreno de la posibilidad de que uno no entienda al otro y que es necesario captar la verdad del otro. Dios quiso manifestarse y hablarnos de esa manera; quiso que le descubriéramos y le si

Domingo 4° de Adviento, Ciclo A, año 2022

  En el evangelio de hoy encontramos a San José, que reconoce que María está encinta por obra de Dios. En vísperas ya de contemplar al niño Dios recién nacido (el próximo domingo) las lecturas litúrgicas de hoy nos presentan la figura de San José, predestinado igual que la Virgen, desde toda la eternidad, para ser el padre adoptivo de Jesús.  Remito a mis amigos lectores a los comentarios que propuse en el 2019 sobre este domingo, que entran en más detalles.