Ir al contenido principal

Domingo 6 del Tiempo Ordinario, Ciclo C





El tema de este domingo es el sermón de las bienaventuranzas

La tercera lectura de hoy continúa la lectura del evangelio de San Lucas 6,17.20-26. El domingo pasado cuando Jesús visitó la sinagoga de Nazaret terminó experimentando el rechazo de su gente y entonces siguió su camino hacia las orillas del lago de Genesaret.
Parece que su fama se extendió y vinieron muchos a verle y escucharle. Le trajeron sus enfermos para que los curara. La cantidad de gente era tal que Jesús se subía a un lugar alto para que pudieran escucharlo, como fue el caso en la lectura de los domingos anteriores. 
En el pasaje de la lectura de hoy Jesús pronuncia el discurso, sermón, pronunciamiento, sobre “las bienaventuranzas”. Nos dice, “Dichosos (bienaventurados) los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Dichosos (bienaventurados) los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos (bienaventurados) los que ahora lloráis, porque reiréis.”
Jesús les dice, en otras palabras, “el Reino de Dios ya está aquí; ha llegado”. Pero a la misma vez dice, “Qué alegría, porque ya no tendrán…”. 
Está diciendo que ya llegó y a la vez, todavía llegará. Por eso habrá quien pueda decir que los discípulos se quedaron esperando la segunda venida de Cristo, que se suponía ya estaba ahí…
Lo que nos falta es el contexto, porque las palabras por sí mismas no son suficientes. Uno entonces intenta captar el contexto, ver el asunto desde el nivel de acá y aquí; no desde el nivel “de arriba”. 
Uno puede pensar que Jesús habla del Reino que ya está aquí, en el sentido de la alegría que se tiene cuando cae en cuenta de lo que Jesús dice. Es el momento de la liberación, cuando uno vive (no es asunto de pensarlo) lo de convertir la mesa en un compartir entre personas de buena voluntad. Y así sucesivamente. 
El Reino está con nosotros al momento que comenzamos a vivir como cristianos. Esto es mucho más fácil para los pobres, antes que para los ricos. 




……..

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pablo, Marcos y Bernabé

Rafael Sanzio, San Pablo predicando en Atenas El 11 de junio se celebra la fiesta de San Bernabé. Se dice que Pablo pudo evangelizar a los gentiles "a través de la puerta que abrió Bernabé". Luego de su conversión, Pablo vino a Jerusalén, pero no fue bien recibido por los hermanos, que no se fiaban de él por haber sido perseguidor de cristianos. (Hechos 9:26–28) Bernabé fue el que buscó a Pablo y entró en conversación con él, desarrolló amistad con él, y lo trajo a la comunidad de los demás hermanos, consiguiendo que confiaran en él. Pablo, Bernabé y Juan Marcos se fueron juntos en un viaje de evangelización. Pero a mitad de camino Marcos se separó de ellos y se volvió. (Hechos 13:13) Los Hechos de los Apóstoles no dan la razón que hizo que Marcos retornara. Es posible que fuese algo completamente normal y explicable. Pero también pudo ser el resultado de un buen altercado con Pablo, que de seguro era bastante fogoso. En una ocasión más tarde Pablo y Bernabé...

Domingo 10 del Tiempo ordinario, Ciclo B

Isaac Van Osten, El paraíso . Adán y Eva están a la distancia, derecha. La primera lectura para este domingo está tomada del libro del Génesis, capítulo 3, versículos 9 al 15. Narra el momento en que Adán y Eva se esconden entre la maleza cuando Dios llega paseándose por el Edén como un hacendado que voltea la finca. Dios los llama y ellos le dicen que tienen miedo a salir porque están desnudos. De inmediato Dios sabe que comieron del fruto prohibido.  El fruto prohibido no fue una manzana, porque en la región de Iraq (donde tradicionalmente se ubica el Edén) no hay manzanas. Eso recuerda la representación de Jesús como un alemán de ojos claros y cabellos rubios. Pero eso no es importante, porque lo importante es el punto del relato. Dios puso una regla y los seres humanos desobedecieron.  Cuando Dios reclama, cada uno se canta inocente. Adán le echa la culpa a Eva; Eva a la serpiente.  De inmediato surgen puntos a meditar. En el Edén no hubo taquígrafo, s...

Domingo 31 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

  En el evangelio de hoy vemos lo fundamental para un cristiano: Dios y el prójimo En la primera lectura tomada del Deuteronomio vemos lo fundamental para un judío (y para todo ser humano): «Escucha, Israel: El… Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Estas palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón». En el evangelio de hoy un escriba viene y le pregunta a Jesús cuál es el mandamiento mayor. Jesús le repite las palabras de la primera lectura de hoy: el mandamiento mayor es amar a Dios. Pero además hay un segundo mandamiento, añade Jesús. A lo fundamental que es el amor a Dios, Jesús añade el amor a los demás, citando Levítico 19,18: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Los escribas eran reconocidos por ser muy entendidos en las Escrituras y por eso se les consideraba autoridades y se les consultaba sobre asuntos de la fe, de la misma manera que hoy día los fieles consultan a los párrocos y a los ...