El lector puede consultar también mis reflexiones para este domingo, en el 2016.
En este momento, al releer aquellos apuntes sólo se me ocurre: entre los cristianos hay diversidad de carismas, como hay diversidad de perspectivas. No es lo mismo el encuentro con Dios siendo un analista de la Bolsa de valores, que siendo un barrendero municipal. No es lo mismo el encuentro con Cristo para un Maori de Nueva Zelandia que para uno que habita en el altiplano de Bolivia.
Igual, de esa manera es que ha aparecido una diversidad de comunidades cristianas: luteranos, calvinistas, menonitas y así sucesivamente. Se puede decir que todos tienen en común la fe cristiana en una pluralidad de expresiones.
En el colegio católico decían que Cristo fundó una iglesia, la católica romana. Las demás iglesias son fundaciones humanas.
Estaba viendo un documental, A Man Called Martin, parte 3. Uno siempre aprende cosas, aunque crea saberse el tema. Uno de los puntos que describe es cómo hasta 1555 luteranos y católicos dialogaron sintiéndose todos "católicos". Había un deseo de reformar la iglesia de ambas partes.
Pasó lo mismo con los puritanos en Inglaterra, más tarde. Los puritanos se sentían miembros de la iglesia anglicana, sólo querían "purificarla". Pasó lo mismo con Wesley más tarde, que nunca pensó que estaba fundando la iglesia Metodista.
Uno comienza dialogando y cuando las partes no están dispuestas a ceder, viene la ruptura.
Es lo que también sucedió en los siglos antiguos. Las iglesias ortodoxas griegas que no aceptaron la doctrina del filioque perduran hasta el día de hoy. Otras, que no aceptaron el theotokos, lo mismo. Se puede ver el Islam como una ramificación de una de estas iglesias cristianas con la que Mahoma estuvo en contacto.
La idea de que hay que estar bajo un administrador que controle con mano suave es una idea legalista típica del imperio romano. Es lo que vemos en la idea del padrino de la Mafia. Nada puede suceder sin su visto bueno. Es la manera de pensar del papado como un imperio.
Pero el cristianismo no es un imperio, ni una mafia. Es lo que quizás tampoco entienden, ni han entendido desde 1555, algunas órdenes religiosas y algunos institutos seculares católicos de hoy.
Marta y María: hay una pluralidad de modos de vivir la fe.
Comentarios