La lectura continua del evangelio de San Lucas nos presenta hoy el episodio de diez leprosos que le gritan a Jesús desde la distancia, "Ten compasión de nosotros". Jesús les dice que debían ir a presentarse a los sacerdotes en Jerusalén para confirmar que estaban curados (se sobreentiende).
Algunos componentes del contexto de la narración son los siguientes.
- En Levítico 13,45 (según indica la Biblia de Jerusalén a este pasaje de Lucas 17,13) la Ley establece que los leprosos deberán mantenerse a distancia de la gente, con la cabeza tapada (como las mujeres) y al caminar ir gritando, "Inmundo, sucio". En ese precepto el libro del Levítico también le impone no bañarse al leproso.
- Jesús se encuentra con los leprosos a la entrada de un poblado en Samaría, justo al otro lado de la frontera con Galilea. Llega allí en su viaje hacia Jerusalén.
- Pienso que decir "samaritano" en aquel entonces es como decir "palestino" hoy día. Judíos y palestinos no se pueden ver y lo mismo sucedería entre judíos y samaritanos.
- Sin embargo había un samaritano entre los diez leprosos que le gritan a Jesús desde la distancia.
- Quizás el samaritano se unió el grupo porque en medio de la desgracia, uno no mira la nacionalidad o la raza del que está en la misma situación de lepra, igual que uno.
- Cuando uno está en lo más profundo de la desgracia, uno pide ayuda al que sea y como sea.
- En cierto modo, los más desgraciados son los que están más cerca de Dios. Por eso es que a los ricos se les hace difícil entrar en el Reino.
Volviendo al cuento. Jerusalén estaba bastante lejos. Jesús está en camino al templo también. Ir a ver a los sacerdotes para que ellos confirmaran que uno tenía caspa y no lepra, eso no era asunto de una hora. Era asunto de días de viaje. También implicaba todo un proceso: lograr que un sacerdote viera a uno, arreglar para que se hiciera un sacrificio de acción de gracias en el templo, según lo prescrito por Levítico 14.
Entonces, es posible que Jesús los invitó a caminar con él y su grupo, aunque por separado.
Ciertamente la narración apunta a la conversión de los no judíos. Habría más fe y agradecimiento entre los no judíos, que entre los judíos. Más "extranjeros" reconocerían a Jesús como el Enviado de Dios, que los mismos judíos.
Y la narración también apunta a la fe.
A diferencia de Naamán en la primera lectura, Jesús no les dijo a los leprosos que debían irse a bañar, o a bautizar en el río. Sólo puso el requisito de la fe, como algo implícito.
Están también mis reflexiones del 2016 sobre las lecturas para este día. El lector puede consultarlas aquí.
Comentarios