El tema de este domingo es el matrimonio como indisoluble.
La primera lectura corresponde a la narración del Génesis que describe la creación de Eva a partir de la costilla de Adán.
Dios trabaja como un alfarero haciendo los animales. Entonces pone a Adán a darle nombre a cada animal. Dios es como un hacendado con su mayordomo. También es como un padre que le confía su hacienda a su hijo.
Dios dice que Adán no debe estar solo y por eso le va a crear una compañera que será carne de su carne.
El salmo responsorial canta la bondad del matrimonio. "Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa"
En la segunda lectura tenemos la continuación de la carta a los Hebreos. Se enfatiza la glorificación de Jesús mediante su Pasión y que todos somos hermanos de él y también hijos del Padre. Somos como los niños que se acercaron a Jesús.
En el evangelio Jesús se opone tajantemente al divorcio, al ser consultado por sus discípulos. El texto finaliza con los niños que se acercan y Jesús que le dice a sus discípulos, "Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él."
Los lectores pueden ver a mis apuntes del 2018, para este domingo -- aquí. Van a más detalles.
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