Hoy recordamos la entrada de Jesús a Jerusalén. En el evangelio escuchamos el relato completo de la Pasión. Para la procesión con Ramos con que se inicia la acción litúrgica comunitaria de hoy se lee un primer evangelio de Mateo 21,1-11, la narración de cómo Jesús manda a los discípulos a buscar una borrica con su pollino (notar en la ilustración el pollino que sigue a su mamá, la borrica). Jesús se monta y hace su entrada triunfal en Jerusalén. Así se cumplen las palabras del profeta Isaías (62,11), «Decid a la hija de Sion: "Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica"». Si uno busca el pasaje de Isaías ve que el profeta anuncia el día de la salvación y la restauración del reino de Israel. Litúrgicamente podemos visualizar el misterio de Jesús como Dios que transforma la Jerusalén terrenal en Jerusalén celestial para nosotros. Igual, podemos meditar que el Rey que llega luego va a ser crucificado, sin que por ello la profecía haya dejado de cumplirse.
Carlos Ramos Mattei