En el evangelio de este domingo se presenta la resurrección de Lázaro
El tema de este domingo es el de la resurrección.
En la primera lectura de Ezequiel 37,12-14 Dios transporta al profeta a un valle lleno de huesos. –¿Podrán estos huesos revivir? –le pregunta Dios al profeta. Y entonces los huesos comienzan a llenarse de músculo, tendones, piel. Dios hace revivir a los muertos. En ese contexto se ubican las líneas de esta primera lectura: "Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os sacaré de ellos, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel."
Esta visión profética refiere a la restauración (resurrección) del reino de Israel, que fue borrado de la faz de la tierra cuando los sirios decidieron exterminar al pueblo israelita. En esa misma tragedia nacional es que se ubica la predicación de Jesús como el pastor que viene a reunir a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
Pero los cristianos también interpretaron estos relatos en términos del nuevo pueblo de Dios. Yahvé restaura y resucita a Israel en el pueblo cristiano.
En términos litúrgicos las lecturas de hoy anuncian la resurrección de Jesús que a su vez afirma nuestra propia fe en nuestra resurrección futura.
En el salmo responsorial cantamos versos del salmo 129(130), "Desde lo profundo clamo a ti, Dios mío". Es el clamor de los que estamos muertos en vida, por nuestros pecados y que clamamos por el socorro de Dios. Igual que Dios puede revivir a los muertos, así también Dios nos puede dar vida como a Lázaro.
La segunda Lectura está tomada de la carta de San Pablo a los Romanos 8,8-11. Nos dice, "si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús también dará vida a vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros." El Espíritu de Dios es el que nos llama, nos da vida, nos santifica para la vida eterna.
En el evangelio Jesús se entera de que Lázaro, el hermano de Marta y María, ha muerto. Entonces se encamina a Betania, donde estaban ellas. Cuando llega, ya han pasado cuatro días desde que enterraron a Lázaro. Como en el caso del ciego del domingo pasado, esto es algo dispuesto por Dios para que se revelara la gloria mesiánica de Jesús. Van a la tumba de Lázaro y Jesús le ordena a levantarse y a caminar hacia ellos. Entonces se da el milagro. Así, "muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él".
Invito a ver mis apuntes sobre las lecturas de este domingo, del 2020 (oprimir).
Invito a ver una presentación sobre este domingo en YouTube. Oprimir aquí para verla.
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