En el evangelio de hoy vemos la parábola del grano de mostaza, tan pequeño como tantas otras semillas que luego se convierten en árboles grandes y frondosos.
En la primera lectura de hoy Dios habla por boca del profeta Ezequiel y dice que Israel casi ha desaparecido del todo (en tiempos del exilio babilonio) pero que de lo que queda ("un tocón") crecerá un árbol frondoso.
En el evangelio de hoy Jesús habla sobre el reino de Dios, que continuamente crece por cuenta propia y que es como el grano de mostaza. Igual que de un grano de mostaza pequeñito se propaga y crecen los arbustos y los árboles de mostaza, así también con el reino de Dios.
Jesús está diciendo que el pueblo de Dios, el pueblo de la Alianza, el reino de Dios en la tierra, crece continuamente (por la fuerza del Espíritu, entendemos). En otras ocasiones Jesús compara al pueblo de Dios con un rebaño. En el pasaje del evangelio de hoy nos compara con los árboles frondosos.
Invito a ver mis apuntes sobre este domingo, del año 2018 (oprimir sobre el enlace).
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